El Gobierno español asegura que se debe «aislar» a Israel, una muestra de distanciamiento político y confirmado por las palabras de la vicepresidenta Yolanda Díaz, quien calificó a Israel de «Estado genocida» y pidió su aislamiento total, en línea con otros países que han cuestionado la legalidad internacional de la actual ofensiva en Gaza, durante una entrevista radial a RNE.
Estas declaraciones se producen en un contexto internacional marcado por el asesinato, el miércoles por la noche, de dos empleados de la Embajada de Israel en Estados Unidos. El tiroteo tuvo lugar frente al Museo Judío de la Capital, en Washington D.C., durante un evento del Comité Judío Americano. Las autoridades identificaron de forma preliminar al sospechoso como Elías Rodríguez, ciudadano estadounidense de 30 años, cuya motivación se investiga como posible crimen de odio con trasfondo antisemita. El FBI y la Policía local han abierto una investigación, en colaboración con la embajada israelí.
El Gobierno israelí ha reaccionado vinculando el atentado con lo que considera una creciente campaña de incitación contra su país, especialmente desde Europa. El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que el ataque es muestra del «terrible precio del antisemitismo» y anunció el refuerzo inmediato de la seguridad en todas las misiones diplomáticas israelíes en el extranjero. A la vez que su ministro de Exteriores, Gideon Saar, fue más allá, responsabilizando directamente a dirigentes europeos de alimentar con sus declaraciones un clima que, a su juicio, legitima este tipo de agresiones.
Las relaciones entre Israel y la Unión Europea atraviesan uno de sus momentos más delicados en años. Bruselas revisa actualmente su acuerdo de asociación con Israel, mientras varios países miembros critican con dureza la magnitud de los ataques en Gaza y el bloqueo a la ayuda humanitaria. Desde el inicio de la nueva ofensiva el 5 de mayo, se estima que han muerto más de 53.600 personas en el enclave palestino, lo que ha generado una fuerte presión diplomática sobre Tel Aviv.
A pesar de la condena unánime al tiroteo en Washington, emitida por Estados Unidos, la Unión Europea, Alemania, Italia, el Reino Unido y otros actores internacionales, el gobierno israelí insiste en que este tipo de episodios están directamente relacionados con lo que califica como una corriente de “incitación antiisraelí” proveniente del Viejo Continente. Así, mientras Europa endurece su línea política, Israel acusa a sus antiguos socios de contribuir a un entorno hostil que trasciende lo diplomático y pone vidas en riesgo.
22/05/2025
María Angélica Carvajal









