El Instituto Cervantes de Rabat volvió a encender su proyector para dar paso a una nueva jornada del IX Festival de Cine en Español. Este miércoles fue el turno de Cuba, que presentó la película AM-PM, un largometraje reciente del director Alejandro Gil.
El filme fue presentado por el embajador de Cuba en el Reino de Marruecos, Roberto Victorio Fernández, quien subrayó el valor simbólico y estético de la cinta, como un retrato íntimo de la Cuba contemporánea. La elección de AM-PM, explicó, fue deliberada. Tras varias ediciones del festival donde se proyectaron películas centradas en la historia y la lucha cubana por la soberanía, este año se optó por mostrar otra cara: la de las historias personales que atraviesan la vida diaria en la isla.
Rodada en plena pandemia y con el respaldo del Fondo de Fomento del Cine Cubano, AM-PM se configura como una narrativa orquestal que transcurre en un solo día. El título evoca las dos mitades del día, mañana y tarde, y sirve de estructura para entrelazar cinco historias marcadas a ritmo por las decisiones, los encuentros y el azar. En medio de ellas, las inconfundibles voces de Radio Reloj, icónica emisora de la radio cubana, se convierten en hilo conductor y, casi, en personaje omnipresente que acompaña los vaivenes emocionales de los protagonistas.
AM-PM retrata realidades a menudo silenciadas: la soledad, la migración, la drogadicción, el VIH/SIDA, y lo hace desde una mirada empática, reconociendo los matices que componen la vida en un barrio habanero, donde generaciones y clases sociales se cruzan en busca de consuelo, redención o simplemente compañía.
La autenticidad con la que AM-PM se presenta los relatos ha sido celebrada en el circuito cinematográfico cubano, que destaca su capacidad de conectar con ciertas pinceladas de humor pero con humanidad. De allí su apreciado valor al presentar historias comunes sin ofrecer respuestas ni moralejas, sino fragmentos de vidas que podrían ser las de cualquier persona en Cuba, Marruecos o Latinoamerica.
Con su participación en el festival, Cuba ofreció una ventana al presente de una isla a través de fragmentos de vidas complejas, emociones contenidas y búsquedas silenciosas. En un Festival donde cada país hispanoamericano representado en Rabat ha traído su propuesta, la cinta de Gil destacó por su elección de lo íntimo como vehículo de lo universal, y Cuba demostró que basta un día cualquiera, entre el AM y el PM, para descubrir lo esencial.
22/05/2025
María Angélica Carvajal









