La Amnistía Internacional ha publicado su informe anual, un contundente alegato contra el creciente deterioro del sistema internacional de protección de los derechos humanos. El informe, presentado el 29 de abril, señala directamente a varios de los países más poderosos del mundo, con especial énfasis en Estados Unidos bajo la administración Trump, acusándolos de socavar los avances en materia de derechos humanos, la lucha contra la pobreza y la erradicación de la discriminación.
La Secretaria General de la organización, Agnès Callamard, ha descrito en el prólogo del informe un intento sin precedentes de acabar con el ideal de los derechos humanos universales, un ataque contra un sistema internacional construido sobre las cenizas de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto. El documento detalla las devastadoras consecuencias de los conflictos y las violaciones de derechos humanos en diversas regiones del mundo, incluyendo Oriente Medio, Sudán, Ucrania y Afganistán.
El informe de Amnistía Internacional centra su crítica en la acción de Estados Unidos, Rusia y China, acusándolos de una sistemática erosión de los logros del derecho internacional. Se destaca que, si bien estas “ofensivas irresponsables y punitivas” se vienen desarrollando desde hace años, el regreso de Donald Trump a la presidencia ha acelerado exponencialmente este proceso. Los primeros cien días de su segundo mandato, según el informe, se caracterizaron por un ataque frontal contra la rendición de cuentas en materia de derechos fundamentales, contra el derecho internacional y contra la ONU. La congelación de la ayuda internacional, la reducción de fondos a organismos de la ONU y las controvertidas deportaciones de detenidos a países latinoamericanos son ejemplos citados en el documento.
La ONG también critica la inacción de la comunidad internacional ante diversas situaciones críticas. Se menciona la resistencia de varios países a las decisiones de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y la Corte Penal Internacional (CPI) en relación con el conflicto israelo-palestino, con la acusación explícita de un «genocidio en directo» en Gaza, una afirmación firmemente rechazada por Israel. La falta de respuesta ante el conflicto en Sudán, que ha provocado la mayor crisis de desplazamiento forzado del mundo y una hambruna que afecta a millones, es también objeto de una severa crítica por parte de Amnistía Internacional.
Finalmente, la Amnistía Internacional subraya la necesidad urgente de regular las tecnologías digitales y de inteligencia artificial para proteger los derechos humanos, denunciando el uso abusivo de software espía y herramientas de vigilancia por parte de los gobiernos contra sus oponentes. En resumen, el informe presenta un panorama sombrío de la situación global de los derechos humanos, instando a una resistencia concertada contra el retroceso de las libertades fundamentales a nivel internacional.
29/04/2025









