En un contexto de crecientes tensiones geopolíticas y de debilitamiento de los consensos internacionales sobre el clima, China reafirmó su compromiso ambiental en un tono desafiante frente a la postura estadounidense. Durante una cumbre virtual convocada por Brasil el miércoles 23 de abril, el presidente Xi Jinping aseguró que «cualquiera que sea la evolución de la situación internacional, los esfuerzos de China para combatir el cambio climático no se detendrán».
El evento, celebrado a puertas cerradas y con la participación de 17 jefes de Estado, fue organizado por el secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. El objetivo principal: reimpulsar la cooperación internacional en materia climática de cara a la COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, Brasil.
Contraste con Estados Unidos
Sin mencionar explícitamente a Estados Unidos, Xi Jinping criticó el «proteccionismo» y el «unilateralismo» de ciertos países, a los que responsabilizó por debilitar el orden internacional. Las declaraciones fueron interpretadas como una alusión directa al presidente Donald Trump, ausente de la cumbre y conocido por haber retirado a su país del Acuerdo de París y por su apoyo decidido a las energías fósiles.
Mientras tanto, el mandatario chino aprovechó la ocasión para destacar el liderazgo de su país en el sector de las energías renovables, afirmando que China ha construido los sistemas más grandes del mundo y ha consolidado una cadena industrial completa dedicada a las nuevas energías.
La ausencia de Washington
La ausencia de Estados Unidos del encuentro no pasó desapercibida. En un contexto donde las divergencias climáticas entre Pekín y Washington se profundizan, la no invitación de la potencia norteamericana acentuó la imagen de una Casa Blanca aislada de las grandes iniciativas ambientales multilaterales.
Más allá de las palabras, la participación de Xi Jinping en un foro de este tipo resulta inusual y significativa. El líder chino, generalmente reacio a involucrarse directamente en estos escenarios, se posicionó como un actor global estable, responsable y comprometido con la lucha climática, en contraste con la imagen imprevisible que proyecta Donald Trump en el ámbito internacional.
En tiempos de rivalidad estratégica entre China y Estados Unidos, el clima se convierte también en un terreno de disputa simbólica: mientras unos se retiran, otros avanzan.
24/04/2025









