En un nuevo espaldarazo a Rabat, Francia ha reiterado su apoyo «intangible» a la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara, calificándolo como la base inamovible de su política exterior respecto a este contencioso. Este firme respaldo se produce tras la reunión en París entre el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, y su homólogo marroquí, Nasser Bourita, y se enmarca en una creciente tensión diplomática en la región.
El comunicado emitido por el Quai d’Orsay no se limita a una simple declaración de apoyo, sino que lo ancla en la más alta instancia del Estado francés, recordando la carta del presidente Emmanuel Macron al rey Mohammed VI en julio de 2024. En dicha misiva, Macron vinculaba explícitamente el «presente y el futuro del Sáhara» a la soberanía marroquí, sentando las bases de lo que París considera una posición definitiva e inamovible.
Más allá de la retórica, Francia busca consolidar su postura con acciones concretas. Barrot reiteró el apoyo «claro y constante» de su país al plan de autonomía propuesto por Marruecos, descartando otras alternativas y presentándolo como la «única base» para una solución política. Este posicionamiento, que se alinea con el de otros países europeos y de Estados Unidos, aisla aún más al Frente Polisario y dificulta la reanudación de las negociaciones bajo los auspicios de las Naciones Unidas.
El comunicado francés destaca el «creciente consenso internacional» en torno a la propuesta marroquí, un argumento que Rabat utiliza con frecuencia para legitimar sus reclamos sobre el territorio. París no solo se suma a este coro, sino que se compromete a «tomar parte activa» en su consolidación, lo que previsiblemente generará reacciones en Argelia, principal valedor del Frente Polisario, y añadirá más complejidad a la ya tensa situación geopolítica del Magreb.
Finalmente, Francia subraya su compromiso con el desarrollo económico y social del Sáhara, prometiendo continuar con las inversiones y la cooperación en la región. Este enfoque, si bien presentado como una muestra de apoyo al desarrollo, también puede interpretarse como un espaldarazo a la consolidación del control marroquí sobre el territorio disputado.
La contundente declaración de Francia no solo refuerza la posición de Marruecos, sino que también envía un claro mensaje a la comunidad internacional y, en particular, a las Naciones Unidas, sobre la dirección que, en opinión de París, debe tomar el proceso de resolución del conflicto. Queda por ver cómo esta nueva afirmación de apoyo impactará en las futuras negociaciones y en las relaciones entre los diferentes actores involucrados en este complejo y prolongado conflicto.
15/04/2025









