Bajo la imponente cúpula del Gran Palacio de París, el Festival del Libro abre sus puertas este viernes con Marruecos como su invitado de honor. En una edición que celebra el vínculo entre literatura y mar, el Reino se presenta como un actor clave en el panorama editorial africano, destacando por su diversidad lingüística, su dinamismo creativo y su papel emergente como centro editorial del continente.
Con un pabellón de 330 m² diseñado como una verdadera ventana a la inmersión en la diversidad de la escena literaria y artística marroquí, el Reino ofrecerá a los visitantes una experiencia cultural única, anclada entre tradición y modernidad. El espacio contará con cinco áreas temáticas, desde la historia marítima del país hasta encuentros con autores y actividades interactivas para jóvenes.
Durante los tres días del festival, del 11 al 13 de abril, más de 36 editoriales y 34 autores marroquíes participarán en una programación especial titulada «Cartas de Marruecos», compuesta por 46 eventos, entre mesas redondas, paneles literarios y presentaciones de libros. Entre las figuras participantes destacadas se encuentran Leïla Slimani (premio Goncourt 2016), Tahar Ben Jelloun, Kaoutar Harchi, Asma Lamrabet y Rim Battal, quienes representan las múltiples voces de una literatura viva y en plena expansión.
“El Marruecos de hoy ya no depende únicamente de los circuitos editoriales europeos u orientales. Se afirma como un actor clave en África, con la clara ambición de convertirse en un hub editorial del continente”, afirmó Pierre-Yves Bérenguer, director general del festival, quien considera la elección de Marruecos como invitado de honor como un reconocimiento a la riqueza y diversidad de su producción literaria.
Francófona, arabófona, amazigh y ahora también hispanófona y anglófona, la literatura marroquí irradia más allá de sus fronteras, construyendo puentes entre culturas. Parte fundamental de esta proyección internacional es la contribución de la diáspora marroquí, que aborda temáticas como el exilio, la identidad, la memoria o la espiritualidad.
El tema central del festival, “la mar”, encuentra un eco particular en Marruecos, nación abierta al Mediterráneo y al Atlántico. “Los intercambios marítimos han sido siempre parte esencial de la identidad cultural y literaria marroquí”, destaca Bérenguer. En este sentido, el pabellón marroquí no solo es un espacio de exposición, sino un lugar de diálogo e intercambio que refleja la esencia misma del país.
La programación también incluye un panel internacional sobre el “Destino atlántico Francia-Marruecos”, presentaciones artísticas, actividades infantiles como talleres de zellige o tejido, y la proyección de un documental sobre el caftán marroquí, joya del patrimonio textil del país.
De esta manera, más allá de las letras, el Festival del Libro de París celebra los lazos históricos y culturales entre Francia y Marruecos, y le permite al país norafricano presentarse como un país lector, que escribe, que edita, que piensa, y que se proyecta hacia el futuro con ambición cultural y apertura.
09/04/2025