
Puertos españoles como Algeciras temen perder gran parte de su tráfico de carga debido a la nueva directiva de la UE sobre el comercio de emisiones de CO2. El puerto marroquí de Tánger Med podría recuperar este importante tráfico.
Los gestores portuarios están de acuerdo con la transición ecológica que exige Bruselas, pero quieren evitar perder tráfico de mercancías hacia los puertos marroquíes que están exentos de la aplicación de impuestos y tienen mano de obra más barata, permitiéndoles ser más flexibles con sus precios. Por ello, la Comisión de Puertos de la Cámara de Comercio de España pidió a la Unión Europea que reformule la directiva sobre comercio de emisiones en su aplicación al transporte marítimo.
Este nuevo impuesto entró en vigor el pasado 1 de enero y se irá implantando de forma progresiva hasta 2026. Así, los barcos que deseen atracar en puertos europeos tendrán que pagar el combustible que consuman durante su viaje. Este año pagarán el 20% de su consumo y el 100% en 2026, si no se revisa la medida.
Según la Cámara de Comercio, la aplicación del reglamento podría dar lugar a una “transferencia de parte de la cadena de suministro europea a terceros países, limitando rutas y frecuencias marítimas”.
Por ejemplo, el tráfico procedente de Algeciras será recogido por Tánger Med, que en los últimos años ya ha tomado el control del tráfico en el Estrecho de Gibraltar. Los barcos ya preferían el puerto marroquí por la distancia entre los dos puntos de apenas 30 km y los costes mucho más bajos. Existe, por tanto, un gran riesgo de que las navieras se apresuren más al puerto marroquí para eludir este nuevo impuesto, lo que se traduciría en “miles de millones de pérdidas y la destrucción de miles de puestos de trabajo para los puertos españoles”.
Este impuesto también puede dar lugar a una transferencia de flujos de transporte marítimo a flujos de transporte terrestre. En España, el 60% de las exportaciones y el 85% de las importaciones se realizan por vía marítima. Si parte del tráfico marítimo se destina al tráfico terrestre, se generará un mayor volumen de emisiones de CO2, lo que es contrario a los objetivos de la política europea. Los puertos españoles deberán reducir a la mitad sus emisiones de CO2 para 2030.
25-01-2023