
Ilan Berman, vicepresidente del «American Foreign Policy Council», cree que la reanudación y la evolución de las relaciones entre Rabat y Tel Aviv tendrían un sabor a asignatura pendiente sin un reconocimiento franco e inequívoco del carácter marroquí del Sáhara por parte de Israel. El no reconocimiento de la marroquinidad del Sáhara por parte de Israel es un «error crítico», señala Berman
En una columna publicada por el Jerusalem Post, el politólogo Ilan Berman habla de los temores que suscita la llegada al poder en Israel de Binyamin Netanyahu, líder de una coalición formada en torno a partidos de extrema derecha.
El autor cree que “una parte importante de la respuesta se encuentra en los Acuerdos de Abraham. Estos acuerdos de normalización, firmados en 2020 con los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán, dieron paso a una nueva era de cooperación para Israel en un Oriente Medio históricamente inhóspito. Dos años después, las negociaciones en Jerusalén y en muchas capitales giran en torno a la mejor manera de fortalecer estos lazos”, dice.
Según Berman, “ampliar acuerdos es una oportunidad. La esperanza sigue siendo alta en muchos sectores de que la ola de normalización en la región pronto pueda ver nuevos participantes, y la administración Biden, después de algunas dudas iniciales, ha respaldado la idea de todo corazón”.
“Pero antes de que se puedan ampliar los acuerdos, aún se deben tomar medidas adicionales para fortalecer los lazos entre sus miembros existentes. En este sentido, se puede hacer mucho, empezando por mejorar los vínculos entre Jerusalén y Rabat”, continúa el columnista.
Berman recuerda que “desde el principio, las relaciones marroquíes-israelíes se encontraban entre los elementos más prometedores del acercamiento regional en curso. Los lazos entre los dos países son extremadamente profundos. Se estima que una décima parte de la población de Israel de más de 9 millones de personas es de origen marroquí y que muchos de ellos regresan regularmente al Reino.
Además, añade, a pesar de la ausencia de un diálogo político formal, el gobierno marroquí ha tenido contactos dinámicos, aunque discretos, con Israel durante décadas y, al hacerlo, ha adoptado una serie de políticas relativamente progresistas, como jugar un papel de liderazgo en la promoción de la educación sobre el Holocausto en el mundo árabe. Mientras tanto, económicamente, el comercio entre los dos países florecía incluso antes de la normalización”.
17-01-2023