
La investigación abierta por los tribunales españoles sobre la muerte de al menos 23 inmigrantes africanos que intentaron entrar en el enclave de Melilla desde Marruecos a finales de junio se ha cerrado por falta de pruebas suficientes contra las fuerzas de las órdenes españolas.
“La fiscalía cerró la investigación” sobre esta tragedia que causó indignación internacional, porque “no identificó ningún indicio delictivo en la actuación de los agentes de las fuerzas de seguridad españolas”, anunció este viernes el Ministerio Público.
“No podemos concluir que la actuación de los agentes aumentó el riesgo que pesa sobre la vida e integridad física de los migrantes y por lo tanto no podemos imputarlos por homicidio culposo”, agregó en un comunicado de prensa.
Según la fiscalía, «ninguno de los agentes sabía» de la caída de los migrantes unos encima de otros desde la valla que separaba el enclave de Marruecos «y de sus fatales consecuencias», y sabía «que había personas en riesgo que necesitaban ayuda».
Según los elementos recogidos durante los seis meses de investigación, «la actitud de los inmigrantes» era «constantemente hostil y violenta, hacia los agentes marroquíes y españoles», subraya también.
La fiscalía, no obstante, precisa que ha enviado a los jefes de las fuerzas de seguridad elementos para un posible proceso disciplinario contra agentes sospechosos de haber arrojado piedras a migrantes.
Además, pide a las autoridades españolas que “implementen las medidas necesarias” para que los inmigrantes puedan presentar solicitudes de asilo en debida forma y ya no tengan que intentar cruzar la frontera ilegalmente.
23-12-2022