
El Consejo de Seguridad de la ONU sostendrá este jueves en Nueva York una reunión sobre el futuro de la Minurso, cuyo mandato expira el 31 de octubre, durante la cual se espera que los miembros del Consejo de Seguridad voten un proyecto de resolución destinado a renovar el mandato de la misión de la ONU.
En sus declaraciones, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en su último informe al Consejo de Seguridad sobre el Sáhara, publicado a mediados de octubre, se centró en los fundamentos del proceso político de la ONU, de conformidad con las resoluciones 2440 (2018), 2468 (2019), 2494 (2019), 2548 (2020) y 2602 (2021).
Abogó por la prórroga anual del mandato de la Minurso, y reafirmó el apoyo a los esfuerzos del Secretario General de las Naciones Unidas y su Enviado Personal, Staffan de Mistura, sin embargo desautorizó a Argelia por negarse a asistir las mesas redondas.
En efecto, el SG de la ONU hace del diálogo un credo para resolver la cuestión del Sáhara. Sin embargo, la política de la silla vacía no lleva a ninguna parte, dirigida, en este caso, por Argelia. Las observaciones realizadas por el SG de la ONU en su último informe sobre este tema son inequívocas.
El texto pretendía relanzar el proceso político llevando a Argelia, principal protagonista, a retomar el proceso de mesas redondas instaurado por el Consejo de Seguridad en sus resoluciones que datan de la 2440 (2018), la última de las cuales la 2602 fue adoptada el 29 de octubre de 2021.
El proyecto de resolución pide la participación de “todos los interesados” en el proceso político. La actitud de Argel de no adherirse a él, citado además cinco veces como protagonista del conflicto, lo inscribe como principal responsable de este diferendo regional. Una cuestión que argelia sigue negando.
27-10-2022