
Entre Marruecos y España, siglos de historia compartida donde hubo de todo. Con el paso del tiempo, ambos países han ido unificando relaciones privilegiadas dictadas por la vecindad existente y por las funciones derivadas de sus respectivas posiciones geográficas. Además, Marruecos es, por muchos motivos, una prioridad para la política exterior española.
El Sahara, los intercambios comerciales, las fronteras, la migración, etc. siempre han acompañado las relaciones entre ambos estados, que han sobrevivido a varias crisis conjuntas. Para abrirse nuevos horizontes en el futuro, el Gobierno de Pedro Sánchez, ha dado un paso histórico, reconociendo su apoyo al plan de autonomía marroquí como la única solución al conflicto del Sahara. Una causa vital para el Reino de Marruecos.
Este giro, por mucho que sea positivo para las dos partes, ha abierto otros frentes de conflicto para España y Marruecos. Pese a la insistencia de que la posición española sea soberana, otras partes, como es el caso de Argelia y el Frente Polisario, han criticado duramente al Reino Ibérico por dicha decisión. Para entender mejor la historia y la situación actual, y los enfoques del futuro, José Bono, exministro de Defensa de España, en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, atiende a Marruecom en esta entrevista, en la que, a través de su análisis pragmático, se permite identificar varias verdades, contadas por una personalidad que ha vivido desde cerca los cambios geo-estratégicos desde más de 3 décadas.
1- En primer lugar, me gustaría arrancar nuestra entrevista con temas de actualidad, y en este sentido, usted estuvo presente en el primer congreso organizado por el Movimiento Saharaui por la Paz (MSP) en Canarias ¿Qué le supuso la experiencia?
R: Me resultó sorprendente que quien me invitó al Congreso, Hach Ahmed Bericala, fuese hasta hace muy poco tiempo ministro del Polisario. Con frecuencia y por inercia identificaba a la población saharaui con el Frente Polisario, pero preparando mi intervención para ese Congreso supe que el Polisario ha tenido discrepancias internas sobre sus objetivos y métodos de trabajo. Algunos dirigentes o fundadores Polisario que mostraron discrepancias con el Frente fueron encarcelados. Es el caso de Bachir Edkhil, Omar Hadrami, Barzani y Leivak.
Desde que mis primeros pasos en política luché contra la dictadura franquista, contra la ideología del partido único. La aparición del MSP, cuya entidad cuantitativa desconozco, rompe con la representación única de los saharauis. Siempre es bueno escuchar al discrepa antes que condenarlo. El partido único es la negación de la libertad.
“La decisión que tomó el Gobierno de Pedro Sánchez es muy importante. A mi modo de ver, es la más lógica y sensata”
2- En relación con la primera pregunta, varias partes del Polisario acusan a este movimiento de ser una creación marroquí. ¿Es esto un sinónimo de que el MSP le está ganando terreno al Polisario después de 40 años sin solución?
R: Nunca he negado mi simpatía por los saharauis. Como buena parte de izquierda española compartí su causa y como abogado me puse la toga para defender a lideres Polisarios acusados por Franco de asociación ilícita. Hoy las cosas han cambiado mucho y los Polisarios, como dijo un dirigente del PNV, no pueden ignorar estos cambios y deben discernir lo que es posible y lo que es imposible. Ni Marruecos es el de los años de plomo ni Argelia es el paladín de los pueblos oprimidos. Todos hemos cambiado mucho y si algunos no cambian quizá sea porque no pueden cambiar: su financiación, su pasaporte, su dependencia … les resta autonomía.
En este primer congreso del MSP en Canarias, hice una pregunta a los organizadores justamente antes de iniciar mi intervención. Fue esta: ¿Cuántos de los delegados presentes habían pertenecido al Polisario? Me dijeron que eran unos 40. Es normal que el Polisario se enfade con sus disidentes, es lo que suele ocurrir en todas partes con quienes no aplauden o critican al jefe. A los dirigentes del MSP los veo como activistas que han llegado a la conclusión de que hay que negociar, buscar soluciones políticas que resuelvan los problemas de una población, la saharaui, que vive muy mal desde hace muchos años.
Las proclamas verbales de un nacionalismo soberanista no dan de comer ni curan enfermedades. La mayoría de los refugiados que viven en los campamentos argelinos de Tinduf necesitan la ayuda humanitaria para sobrevivir porque el 7,6 % padece desnutrición aguda; el 28 % tiene retraso en el crecimiento; el 50 % de los niños sufren anemia; en las mujeres en edad reproductiva la anemia asciende al 52 %; sólo el 1% de los refugiados logra acceder a la universidad.
3- Sabemos que el mes de octubre es fundamental para la cuestión del Sáhara, ya que el consejo de seguridad de la ONU suele revisar este asunto. Aparte del tema de la renovación de la misión de la MINURSO, ¿Qué decisión prioritaria bajo su punto de vista debería adoptar el Consejo?
R: Desde la instalación de MINURSO hace ya más de treinta años, se han publicado muchas Resoluciones del Consejo de Seguridad, pero lo que necesitan los saharauis son soluciones no Resoluciones. El Consejo de Seguridad tiene desde hace dos décadas la evidencia de que su planteamiento de celebrar el referéndum no es posible y por eso está apelando a otra solución política del conflicto y ha llamado a las partes a retomar las negociaciones en modo de mesas redondas, lo que a mi juicio es la vía adecuada, pero Argelia rechaza sentarse en esa mesa.
Cada vez son más los que aseguran que la más viable, seria y creíble de las soluciones es llegar a un acuerdo para la autonomía del Sahara sobre el ofrecimiento hecho por Marruecos. Que el Sahara no sea ni una región más de Marruecos, ni un estado independiente. Mi experiencia política me permite extraer una conclusión: casi nunca se puede obtener todo lo que uno propone o plantea, y casi siempre gana quien tiene más capacidad de dialogar para obtener compromisos que suelen ser fruto de cesiones mutuas.
La Comunidad internacional no debe perder de vista que en la década de los años 80 con la bipolarización mundial el conflicto del Sahara llegó a provocar un enfrentamiento militar. Hoy con los acontecimientos que conoce Europa y el nuevo orden mundial, Europa no perdería el tiempo dedicándose a evitar que se reavive la tensión y la inestabilidad en su frontera del sur.
Marruecos es un país estable, alejado de radicalismos yihadistas, con gobiernos comprometidos en la profundización democrática y en pleno camino al desarrollo. Que el Sahara sea una región autónoma dentro de un país como Marruecos quizá sea la mejor salida.
4- ¿Cree que la nueva posición española, junto a la alemana y estadounidense, conducirá en una aceleración en la resolución de este conflicto o no?
R: Habla usted de países que tienen su peso, España es el país con más responsabilidad histórica en el Sahara. Por eso, la decisión que tomó el Gobierno de Pedro Sánchez es muy importante. A mi modo de ver, es la más lógica y sensata que se ha tomado desde que España firmó en 1975 el tratado de Madrid y devolvió el Sahara a quien le perteneció históricamente. Para mí lo definitivo, lo que más debe preocuparnos, es el bienestar de las personas, en este caso de los saharauis. Lo importante es mejorar sus vidas. Las fronteras y las soberanías tienen su importancia, pero son menos relevantes que el bienestar de las personas.
“Construir el futuro superando las enemistades heredadas y los prejuicios nos exige aprovechar todas las oportunidades. Nuestros dos países se necesitan mutuamente”.
5- Como un buen experto y conocedor del conflicto del Sáhara, por qué se resiste el Polisario y Argelia a aceptar el hecho de que el plan de autonomía propuesto por Marruecos desde 2007, es la solución al calvario de los saharauis.
R: No soy un experto, pero he leído un magnífico artículo del profesor Rafael Esparza, donde indica que la pequeña parte de población saharaui que vive en los campamentos argelinos en unas condiciones penosas y casi sin esperanzas son “como rehenes de una geoestrategia argelina de confrontación con Marruecos para intentar obtener una salida al Atlántico usando un Estado títere”. Es su opinión.
Aprovecho para decirle que si hablásemos del pueblo saharaui, deberíamos referirnos a los habitantes de todo el Sahara, a no ser que solo queramos hablar del Sahara de Marruecos, es decir, al 3% del Sahara total (266.000 Km2 frente a 9 millones de Km2). El territorio del Sahara, de más de 9 millones de km2, se extiende desde la costa atlántica hasta el mar Rojo entre Sudán y Egipto. Todos los países del norte de África tienen su propio Sahara: Argelia tiene el suyo, Túnez una pequeña parte, Libia, Egipto, y de otro lado Sudán, Chad, Níger, Mali y Mauritania.
6- Volviendo al tema del nuevo episodio que se abre en las relaciones entre Marruecos y España, destacamos que los dos países verdaderamente son como carne y uña en varios aspectos, ¿Cuáles son sus predicciones para esta nueva etapa?
R: Marruecos y España han compartido una historia secular. La geografía, mucho más terca que la política nos ha impulsado, permitido u obligado, según las épocas, a convivir a ambos lados de uno de los estrechos más importantes del mundo. Las relaciones España-Marruecos son ejemplo de lo que ha sido siempre la historia la humanidad: un cruce de culturas, de pueblos, de ambiciones, de poderes, etc. Albergamos en nuestra historia la riqueza de la vecindad y del mestizaje, pero también la servidumbre de las esperanzas frustradas.
Construir el futuro superando las enemistades heredadas y los prejuicios nos exige aprovechar todas las oportunidades. Nuestros dos países se necesitan mutuamente porque tanto depende Marruecos de España como España de Marruecos. La realidad actual nos vincula: En España hay 776.000 marroquíes, que forman la primera comunidad extranjera en nuestro país; España es el 2º socio comercial de Marruecos, tras Francia; el volumen comercial entre los dos países es de 16.950 millones; 600 empresas españolas con mayoría en el capital y 3.500 empresas con participación no mayoritaria, están instaladas en Marruecos; 12.500 empresas españolas exportan regularmente a Marruecos.
Nuestro reto es fortalecer esta relación. Y con los pasos que dan los dos países, estoy convencido de que avanzamos por el camino correcto.
Entrevistado por: Soufiane Ben Lazaar / Redactor Jefe
13-10-2022