Laila Karrouch nació en la ciudad de Nador en 1977. Al cumplir ocho años se trasladó con su familia a Vic en Cataluña donde pasó el resto de su infancia y vive su juventud hasta el día de hoy.
Actualmente es enfermera y escritora, así como imparte charlas sobre la mujer, las tradiciones y la cultura amazigh.
Como escritora; Laila apuesta por una literatura incubadora de un hibridismo intercultural que se sustenta no sólo entre la mezcla autobiográfica y ficcional sino también entre el exotismo que subyace a la propia cultura y la tensión que se genera en la cultura de acogida.
Cabe señalar que la identidad es la piedra angular de la literatura producida por Karrouch, una identidad calificada de nómada entre ser de aquí y ser de allá al mismo tiempo, una identidad poliédrica en busca constante de la independencia y de realizarse. Laila es autora de la sencillez y la cercanía, con los espacios comunes y los personajes familiares ha conseguido llegar a las nuevas generaciones de lectores catalanes con su obra De Nador a Vic (2004) como ejemplo de integración y fuente de valores pedagógicos implícitos.
Gracias a su identidad que cruza fronteras culturales, Laila abre con sus escrituras una vía literaria interesante que le permite dar una visión distinta de la realidad tanto de su tierra natal como del país de acogida.
Laila Karrouch ha sido galardonado por el premio Columna Jove en el año 2004 por su libro De Nador a Vic.
P: A su parecer, ¿hasta qué punto influye la experiencia personal en la creación literaria del escritor?
R: Como mis obras son de corte autobiográfico, ahí hay toda mi vida. De modo reciproco, también mis escrituras influyeron después en mi vida personal. Porque descubrí una faceta de mí que desconocía que es la de escribir. Nací de nuevo con mis textos, me conocí a fondo tras leerme. Un libro es como un espejo de tu alma donde llegas a bucear en tu interior.
P: Como decía Ortega ¨ la realidad es la coexistencia mía con las cosas¨ y dado el carácter autobiográfico de sus obras, ¿cómo podría definir la realidad que reflejan sus narrativas relatadas con una mezcla insoslayable entre la escritora destacada desde el exterior del texto y su papel primordial de narradora en primera persona que se inmersa activamente en la confección de la trama?
R: Cuando un lector lee un libro siempre tiene tendencias a buscarte a ti como persona, busca a la escritora, a la autora. Muchas veces yo creo que la voz del narrador influye mucho en la construcción de esta realidad. He escrito otro libro titulado Huellas de Nador donde hablo de una mujer nacida en Marruecos y se cría en Barcelona, una mujer adulta que se divorcia y explica su vida personal con su marido y la relación con su pareja y familia. Pero como es una mujer más o menos de mi edad que ha tenido una trayectoria bastante parecida y que además la ha contado en primera persona, la gente no ha dudado en pensar en mí. Yo creo que está bien que el lector se quede con esta intriga. Entonces, yo como persona, como narradora como protagonista muchas veces en mis obras me gusta muchísimo confundir esta realidad con la ficción; incluso llegan momentos en que el escritor personalmente empieza a dudar de ciertas realidades que escribe porque las ha contado o las ha soñado y las tienes como algo tuyo. Creo que esto es mágico.
P: Sabiendo que detrás de cada historia siempre hay otra que la contextualiza, ¿cómo le surgió la idea de escribir por primera vez? ¿Cuál fue la razón de optar por una obra autobiográfica?
R: Surgió con la necesidad de expresarme de conocerme, sobre todo de comunicarme, no con los demás sino comunicarme conmigo misma. Por eso, es autobiográfico, es el hecho de hablar a ti misma desde lo más profundo para poder extraer el yo que tú tienes dentro y que todavía no conoces y que tienes muchísimo por descubrir. Como en una historia sacada de un diario secreto que nadie tenía que leer en principio porque es secreto puedes expresarte con toda la libertad del mundo. Empecé a escribir cuando estaba embarazada de mi hija mayor que tiene ahora 20 años. Sabes que los embarazos son mágicos porque tienes un montón de sentimientos a flor de piel y tú mente va fabricando un sin fin de historias haciendo muchísimas preguntas con una gran sensibilidad hacia tu exterior. Reconozco que era el momento más productivo en mi vida, y creo que todas las mujeres deben escribir cuando están embarazadas
P: Ahora, con cuatro obras literarias, Laila es representante reconocida de la literatura femenina de la migración en Cataluña y referente de la literatura marroquí amazigh escrita en catalán. ¿Cómo ve esta calificación y está clasificación?
R: El hecho de ser la primera en cultivar literatura marroquí en catalán creo que eso no me lo quita nadie, pero con el paso de los años me siento decepcionada porque tardo en escribir y no en crear; porque tengo tres proyectos en mente. Lo que pasa que el trabajo me está quitando parte de mi vida. Seré escritora cuando me jubile, ahora me estoy entrenando con las muchas ganas de contar que tengo.
P: Muchas veces la literatura se convierte en un mecanismo terapéutico para quien la genera y un medio de comprensión para quien la recibe. ¿Cómo percibe su experiencia en la escritura literaria y cómo evalúa su recepción?
R: La escritura me ha dado muchísimo, pero también puede ser muy peligrosa porque estás expuesta al público y la gente espera de ti, haciendo comentarios tanto muy positivos como muy crueles. Mi objetivo no es ganar premios, si vienen bienvenidos sean, pero me gustaría disfrutar cada libro que haga.

P: Partiendo de dos mundos totalmente diferentes que se cruzan en su personalidad y conviven entre sus líneas, ¿cómo gestiona ese hibridismo cultural y lo pone al servicio de su narrativa sin que se apodere el uno del otro?
R: Creo que está nueva variante que se ha puesto en la literatura catalana ha sido toda una novedad. Es la magia de esta cultura, de esta mezcla de culturas que al fin y al cabo forman mi identidad. No puedo ser una cosa sin la otra, tampoco puedo dejar de ser rifeña, sino sería como un árbol que le habían cortado sus raíces. Yo necesito estas raíces que son también árabes por mi madre.
P: Aparte de ser su instrumento de expresión literaria, ¿qué representa la lengua catalana para Laila la persona? ¿Qué lazos se habían entretejido entre una lengua extranjera y una cultura ajena?
R: Cuando escuchas una lengua por primera vez y no entiendes nada, te suena todo muy lejano y ves a la persona como a una sombra; sin embargo, en el momento que tú empiezas a entender, todo se va esclareciendo. En la primera fase, eres una emigrante y vas aprendiendo, pero cuando pasas a la fase de la convivencia mediante la lengua y compartes parte de la cultura empiezas a entender tu nueva realidad como primer paso a ¨¨quererla. Cuando pasan los años y vas construyendo tu vida sientes que esta lengua forma parte de ti.
Por: Khadija TAOUIL – Doctoranda en el Laboratorio de Marruecos y el Mundo Ibérico e Iberoamericano, Universidad Hassan II, Casablanca
29-09-2022