
Si se confirma la visita de Mohammed VI a Argelia, en el marco de la cumbre de la Liga Árabe, prevista para los días 1 y 2 de noviembre, según la información publicada por Jeune Afrique, se consideraría como un primer paso diplomático de Marruecos hacia su vecino norteafricano y una ofensiva diplomática a gran escala.
Aunque el palacio real marroquí no confirmó la información, pero tampoco la ha desmentido. Argelia tampoco reaccionó oficialmente.
En este sentido, para Pierre Vermerin, profesor universitario y especialista en el norte de África, citado por medios franceses, Marruecos ya no quiere practicar la política de la silla vacía: «Marruecos ya ha vivido esta situación en la Unión Africana desde hace casi treinta años, y creo que hoy Marruecos, contrariamente a la política de la silla vacía, ha ocupado con razón el terreno.
Así, la ocupación en estas condiciones de su lugar en la cima de la Liga Árabe, incluso en Argelia, es por el contrario algo que puede sorprender visto desde fuera, porque se cree que los dos países no tienen más intercambios, pero en realidad el escenario, esta vez, no es el marroquí-argelino.
Es la escena árabe y Marruecos debe decirse a sí mismo que no tiene por qué renunciar a esta escena, que por el contrario, ocupa allí un lugar legítimo y que es allí y con sus pares que hará valer sus derechos. Así que, por el contrario, lo veo como una confirmación de la política ofensiva de Marruecos en el campo diplomático y, en particular, la cuestión que está más cerca de él: la cuestión del Sáhara, concluye Vermerin.
15-09-2022