
Las recientes reacciones argelinas en contra de España después de que ésta renovara su apoyo a la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara, llamaron la atención de la prensa internacional, que empezó a cuestionar más que nunca el papel de Argelia en este conflicto, incluida la agencia oficial española de noticias «EFE».
En un informe sobre la reunión anual del Comité 24 de Naciones Unidas, en la que se abordó el conflicto del Sáhara Occidental, este medio señaló que el conflicto por el Sáhara ha quedado claro que se circunscribe a Marruecos y Argelia, a la luz de los enfrentamientos entre funcionarios de los dos países en las mesas de las Naciones Unidas sobre este tema.
Se esperaba que Argelia fuera vista en el período reciente como una parte importante en este conflicto, aunque su régimen lleva décadas afirmando que Argelia no es parte en este conflicto, especialmente a la luz de su toma de una serie de decisiones contra España, incluida la suspensión del Tratado de Amistad y Cooperación, y perturbar los intercambios comerciales con Madrid.
Estas decisiones constituyeron una gran sorpresa para muchos interesados en los temas regionales, y muchos se preguntaron cómo el régimen argelino puede afirmar que no es parte de este conflicto, en un momento en que emite decisiones de un tamaño político y económico “enorme”, llegando a romper relaciones con los países y perder miles de millones de dólares, por culpa del Sáhara, en lugar de gastarlos en el pueblo argelino, que sigue teniendo derecho a las riquezas de su país.
Los recientes acontecimientos en el expediente del Sáhara revelan cómo el régimen argelino entró en una fase calificada por muchos de «rabia», que supuso la ruptura de relaciones con España después de haberlas roto previamente con Marruecos, y la suspensión de los intercambios comerciales con Madrid, indiferente que esta decisión tenga un impacto también en Argelia, y no solo en España, ya que se espera que Argelia pierda ingresos de hasta 2.000 millones de euros anuales a causa de esta decisión.
La cancelación del Tratado de Amustad estuvo precedida por otra decisión a finales del año pasado, cuando Argelia decidió dejar de utilizar el gasoducto «Magreb-Europa», dañando así su imagen como un proveedor confiable de gas para Europa.
Argelia también retiró a su embajador en Madrid el pasado mes de marzo, inmediatamente después de que el Presidente del Gobierno español anunciara un cambio en la posición de su país sobre la cuestión del Sáhara y anunciara su apoyo a la propuesta de Marruecos para poner fin a este prolongado conflicto.
Los observadores creen que al revisar la cronología de los hechos, las decisiones tomadas por Argelia y el tono de intensa ira con que habla sobre el tema del Sáhara, se indica sin lugar a dudas que mantener este conflicto para el régimen argelino es un tema muy importante, y no como pretenden vender desde Argelua, que se trata solamente de defender el derecho de los “pueblos a decidir su propio destino”.
15-06-2022