
La Asamblea General de la ONU destituyó este jueves a Rusia, acusada de abusos en Ucrania, del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en una votación que obtuvo 93 votos a favor y que se tradujo en una erosión de la unidad internacional frente a Moscú.
De los 193 países miembros de la Asamblea General, 24 votaron en contra de la «suspensión» de Moscú (la segunda en la historia de la ONU tras el derrocamiento de Libia en 2011), iniciada por Estados Unidos. 58 países se abstuvieron, pero las abstenciones no se contaron en la mayoría requerida de dos tercios entre los únicos votos a favor y en contra.
18 países no participaron en la votación, incluidos Marruecos y Líbano. Entre los países que votaron en contra está China, que denunció un «enfoque precipitado», echando «leña al fuego» así como un «precedente peligroso». Irán, Kazajstán y Cuba también votaron en contra. Como era de esperar, Rusia, Bielorrusia y Siria se opusieron a la resolución puesta a votación por Washington con el apoyo de una cincuentena de estados.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia calificó la «suspensión» de Rusia como «ilegal y políticamente motivada, con el objetivo de castigar ostentosamente a un estado miembro soberano de la ONU que persigue una política interna y exterior independiente». Moscú ha decidido su «retirada anticipada» de este Consejo, añadió la diplomacia rusa, renunciando así a una simple «suspensión».
Tras la decisión de la ONU, Ucrania está «agradecida» de que los «criminales de guerra» ya no estén representados en este Consejo, dijo su Ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kouleba.
08-04-2022