
05-04-22
Es seguro que la posición adoptada por el Gobierno español acerca de la cuestión del Sáhara marroquí, constituye un evento histórico y una opción estratégica cuya importancia, a lo mejor superaría todas las demás actitudes que apoyan la propuesta de autonomía; dado que España era el país que ha colonizado esta parte de Marruecos, en el marco de la división colonial acordada con Francia a principios del siglo pasado.
Más aún, si el Estado argelino había garantizado a los separatistas el refugio y el apoyo diplomático, España hace más de cuarenta años, les había facilitado los fondos y sobre todo el apoyo mediático, así como había puesto a su disposición sus instituciones con sus varias facetas.
Por ello, no será fácil el hecho de consolidar esta nueva postura española, ya que la resistencia a lo que ha decidido el Gobierno español es fuerte, dentro de los diferentes medios políticos, sociales y mediáticos.
Visto que los antecedentes del respaldo del movimiento separatista supera este dossier en sí mismo, están entonces muy arraigados en la conciencia colectiva española, que no ha cambiado su cultura sobre el tema marroquí.
Es sabido que los informes y los estudios realizados en España consideran que el verdadero enemigo de este país es Marruecos y que el peligro vendrá de este país. Esta visón negativa supera las «posibles amenazas» de Ceuta y Melilla o el tema de la emigración, pese a que esto es lo que llevan los promotores de la hipótesis del peligro marroquí.
La gran resistencia que enfrenta el Gobierno de Pedro Sánchez es producto de una herencia cultural histórica, que lleva en su imaginario colectivo lo llamado «moro», que es considerado siempre como fuente del mal.
El ascenso fugaz del partido derechista racista «Vox» no es más que una de las manifestaciones de esta herencia en la cultura de la mayoría de los españoles, en la cual funciona la máquina mediática en contra de Marruecos.
Así que, se puede decir que el camino de la normalización de las relaciones civilizadas con España es largo y duro y empieza por la cultura y los medios de comunicación.
De hecho, los españoles en particular, tienen que revisar su visión hacia Marruecos y los marroquíes; porque primero ahí tienen un interés a todos los niveles sobre todo en el ámbito económico, segundo porque la mejora de las relaciones con Marruecos requiere la reconciliación con la historia y la geografía y les implica enterrar el pasado colonial con todas sus manifestaciones y sus formas.
por: Younes Mjahed – Periodista
05-04-2022
*El autor del artículo autoriza su publicación en «Marruecom.com», tras la publicación principal del artículo en el periódico «Al Ittihad Al Ichtiraki».