La cuestión del Sáhara marroquí ha vuelto a atraer de nuevo el interés de senadores y parlamentarios de partidos minoritarios como Unidas Podemos, Vox, Bildu e incluso de artistas que viven de este tema desde hace años, como los hermanos Bardem y sus famosas cartas a la madre.
Por encima de este ruido y alboroto producidos por unos y otros, hemos de recordar que España y Marruecos seguirán siendo siempre dos países “unidos por afectos, historia, geografía, intereses y amistad comunes”.
El riesgo en la actualidad de analizar ciega y superficialmente la cuestión del Sáhara marroquí desviándola de su carril, y al mismo tiempo, sacando conclusiones sin conocimiento de causa, ni lectura minuciosa del plan de autonomía marroquí avalada por la ONU y países como Estados Unidos, Alemania y Francia, nos provoca a toda la ciudadanía marroquí, y también a la española que reside en el Reino de Marruecos, abundantes jaquecas, pero no más. Ello es así, porque muchos de nosotros, españoles y marroquíes, sabemos, distinguir un ruido o incluso una carta destinada a una madre, del análisis riguroso de una autonomía seria y creíble.
Por todo ello, debemos a la hora de analizar en los medios españoles, los próximos pasos que van a tener lugar en los encuentros previstos entre los ministros de Asuntos Exteriores de España y Marruecos, mirar más allá de la demagogia para superar la náusea que nos causan ciertas declaraciones, debates y plumas hostiles.
Recordemos que Marruecos está en su Sáhara y al mismo tiempo está inmerso en un proceso de renovación y regionalización avanzada de carácter realista que está diseñada para que todas las regiones y precisamente para que los saharauis gobiernen sus zonas bajo soberanía marroquí, de manera que nadie desde fuera de Marruecos impondrá el futuro de los saharauis marroquíes a los marroquíes saharauis. La dirección del volante en el plan de autonomía y regionalización avanzada está en manos de los ciudadanos marroquíes, y solo a ellos, corresponde de verdad, erigir, cimentar, edificar y pasar a la acción y a la construcción del futuro de nuestras provincias del Sur.
Estoy convencido de que tras cuarenta y seis años de sufrimiento de varias generaciones, el futuro de nuestras zonas del Sur, sería sin lugar a dudas él de la prosperidad, el bien estar y el fin de un drama humano creado desde hace casi medio siglo.
Esperemos que así sea, y que continúen adelante los proyectos y buenos interlocutores hispanomarroquíes que puedan promover la difusión de nuestros valores, y que saquen nuestra vecindad con España de su estado actual, del mismo modo que conviertan las provincias del Sur en un gran polo económico que atraiga organismos y universidades internacionales y también españolas para reajustar prioridades y acciones a la realidad del turbulento siglo XXI.
por: Mostafa Ammadi – Catedrático/ Universidad Abdelmalek Essaadi
24-03-2022