
06-12-2021
A medida que se acercan las vacaciones de fin de año, los profesionales del sector hotelero en Marruecos, muy afectados por los cierres de fronteras, temen un endurecimiento de las medidas sanitarias.
La rápida propagación de la nueva variante Omicron, especialmente en Europa y África, ha llevado al Reino a anticipar una nueva ola cerrando sus fronteras. Una decisión que da un golpe al turismo ya en mal estado desde la aparición del Covid-19, mientras que las autoridades justifican estas drásticas medidas por la necesidad de «preservar los logros de Marruecos en la lucha contra la pandemia».
Si bien algunos estaban impacientes con la proximidad de las celebraciones de fin de año para dar un nuevo impulso a su actividad, la suspensión de vuelos ha destrozado las ambiciones de una pronta recuperación.
Es más, la posibilidad de un toque de queda nocturno, acompañado de la prohibición de viajar entre ciudades durante las celebraciones de fin de año, especialmente en Nochevieja, no ayuda a los hoteleros.
De hecho, durante el pasado año, las autoridades han prohibido a los hoteles todas las actividades y recepciones, con la prohibición de toda actividad musical durante todo el día, con el fin de evitar una posible nueva ola de propagación del coronavirus, que podría complicar aún más la actual situación.
El número de turistas al Reino no superó los 2,8 millones en 2020, lo que supone una disminución de al menos el 78,5% en comparación con 2019.
Lahcen Zelmat, presidente de la Federación Nacional de la Industria Hotelera, en declaraciones a la prensa, expresó su preocupación y lamentó el silencio del Gobierno sobre la situación antes de las vacaciones.
“Estamos esperando una decisión del Ministro del Interior. Si hay una prohibición de las festividades y hay un toque de queda, no podemos arriesgarnos a invertir en entretenimiento”, dijo.
Lahcen Zelmat cree que los hoteleros están bloqueados por la falta de visibilidad y, por lo tanto, no pueden interactuar con los proveedores para organizar las festividades.
“Todavía estamos en la oscuridad, por lo que sería difícil firmar contratos con artistas y hacer animación si no tienes permiso. Para que podamos prepararnos, necesitamos visibilidad”, apunta.
“Si tenemos una respuesta dos días antes, nos será imposible organizarnos. Estamos preparados para los peores escenarios”, afirma Zelmat, confirmando el cierre de varias marcas hoteleras tras la suspensión de vuelos y la renuencia de los marroquíes a viajar por temor a nuevas restricciones.
“Con el cierre de las fronteras, muchos hoteles se ven obligados a cerrar por falta de clientes, mientras que otros sufren numerosas cancelaciones, no solo de extranjeros por la suspensión de vuelos, sino también de marroquíes que temen un endurecimiento de las medidas sanitarias, y por tanto, un bloqueo”, subraya.
“Aunque en el mejor de los casos tengamos una autorización, seguramente habrá medidas a respetar, y por lo tanto reducir el número de 50 a 10, en todos los casos somos los perdedores”, concluye Zelmat.