07-11-2021
por: Soufiane Ben Lazaar
En su discurso pronunciado con ocasión del 46º aniversario de la Marcha Verde, el Rey Mohammed VI deseó a los pueblos del Magreb «la unidad y el progreso», ignorando por completo los gestos y las provocaciones del régimen argelino contra el Reino de Marruecos.
«Esta es una oportunidad para dirigirnos a los cinco pueblos del Magreb» para desearles «nuestros más sinceros deseos de unidad y estabilidad, de progreso y de prosperidad», afirmó el Rey de Marruecos en su discurso, sin pronunciar una sola frase, ni siquiera una sola palabra sobre la postura del régimen argelino tras la resolución 2602 del Consejo de Seguridad de la ONU, y sus últimos actos de propaganda.
La resolución 2602 de la ONU consagró la preeminencia del proyecto de autonomía propuesto por Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara, que confirmó a Argelia como parte involucrada.
El soberano marroquí ignoró por completo a Argelia, incluidas las «acusaciones relativas al incidente en la zona de amortiguamiento en el Sáhara donde presuntamente fueron asesinados tres camioneros argelinos».
Siguiendo los pasos de la comunidad internacional, nadie cree la propaganda argelina, cuyo objetivo es alimentar la mecánica de la escalada y destabilizar la región.
Así, evocando a los países del Magreb, Mohammed VI coloca al Reino como un líder de la región, cuya visión para la estabilidad del Magreb es sólida, sincera, y basada en el respeto de todos los pueblos magrebíes.
En este sentido, el mensaje es claro: «Marruecos mantiene su posición en relación con la unidad del Magreb a pesar de la postura del régimen totalitario argelino».
Y para cerrar la puerta a cualquier futura especulación sobre el Sáhara, el Rey de Marruecos confirmó que para el Reino: «el carácter marroquí del Sáhara nunca estará en la agenda de ninguna negociación (…) la cuestión del Sáhara es la causa que une a todos los marroquíes”. Una posición irreversible que los marroquíes sostienen por unanimidad, y que el régimen argelino debe tenerlo en cuenta.