30-10-2021
El Reino de Marruecos, ha tratado las cuestiones de la lucha contra el terrorismo con «seriedad» y «responsabilidad», subrayó, el viernes por la noche en Arcila, el Ministro de Juventud, Cultura y Comunicación, Mohamed Mehdi Bensaid.
En la inauguración de la sesión de otoño de la 42a edición del «Moussem Cultural Internacional de Arcila», el Ministro indicó que Marruecos es un país del Magreb abierto a las amenazas del Sahel y el Sáhara, señalando que las “orientaciones y políticas del Reino han tratado las cuestiones de la lucha contra el terrorismo con seriedad y responsabilidad”.
Bensaid aseguró que este enfoque ha permitido a Marruecos ganar una reputación internacional como país líder en la lucha contra el terrorismo, precisando que se trata de “una misión que se enmarca en los compromisos regionales e internacionales del Reino, que hace la sinergia, la asociación y la mano amiga entre todas las partes sea un principio constante y una necesidad para un mundo mejor”.
Al respecto, consideró que lograr la seguridad y la estabilidad es uno de los mayores desafíos que enfrentan los gobiernos de todo el mundo, ya que las consecuencias del extremismo y el terrorismo afectan todos los aspectos de la vida, en la medida en que ayudan a reducir las tasas de crecimiento y duplicar el gasto movilizado por los países para la prevención, el desmantelamiento de células terroristas y el fortalecimiento de fronteras.
En este contexto, el Ministro se centró en el programa del Moussem Cultural Internacional de Arcila que incluye un coloquio sobre temas relacionados con esta región (el Magreb, el Sahel y el Sáhara) de cara a la seguridad, estratégica, institucional y económica, acogiendo el compromiso del Moussem para subrayar la inevitabilidad de la asociación como solución a todos estos desafíos, que está en línea con las orientaciones y políticas del Reino de Marruecos.
Bensaid también recordó que el Moussem ha acumulado una larga experiencia en el tratamiento de temas políticos, culturales y económicos, con el fin de comprender las amenazas actuales que socavan a países y pueblos y orientar las políticas tanto como sea posible para abordar las deficiencias y presentar soluciones con dimensiones ambientales y humanitarias de largo plazo, señalando que la participación de intelectuales, políticos, economistas y tomadores de decisiones en las actividades de este evento constituye una oportunidad para cerrar la brecha entre la teoría y la práctica.