
05-10-2021
Europa debe emprender un examen «real» y «revisar su enfoque del Sáhara marroquí», en particular tras la decisión del Tribunal General de la Unión Europea sobre el tema de los acuerdos agrícolas y pesqueros con el Reino, subraya el politólogo y periodista Mustapha Tossa .
«La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el Sáhara marroquí arroja luz sobre las contradicciones entre el posicionamiento de los Estados, el más minimalista de los cuales ve favorablemente la autonomía propuesta por Marruecos como solución para acabar con la crisis y el tribunal de justicia europeo que se ha convertido en un patio de recreo, manipulación e instrumentalización de fuerzas con una agenda oculta afirmada”, apunta el politólogo en un análisis bajo el título “¡Europa en la encrucijada marroquí!”.
«Para la Unión Europea como para el Reino de Marruecos, ha llegado la hora de la verdad para adoptar posiciones claras y salir de la oscuridad de ciertos enfoques», dijo Tossa.
A su juicio, el interrogante vivaz que se formula actualmente entre bastidores sobre los vínculos entre Marruecos y la UE es el siguiente: «Esta relación es vital y estratégica para ambos socios y, en esta fase, ¿no hay que velar por bloquear todas las puertas que puedan contaminarla y frenarla? O no es tan importante y da una señal alentadora a todas las fuerzas subversivas que sueñan con la obsesión de sabotearlo”.
Esta situación, prosigue, pone en «silenciosa contradicción» la posición de los Estados y el comportamiento de determinadas instituciones como la corte europea de justicia «permeable a las luchas por influir en procesos convulsos».
Para Marruecos, prosigue el politólogo, esta situación en la que Europa “sopla el calor y tolera el frío” se está volviendo cada vez más insostenible, señalando que “los países de Europa cuyos intereses estratégicos están estrechamente entrelazados con los de Marruecos están instados a aclarar sus enfoques y sus agendas”.
Para Tossa, «los sueños de un grupo separatista y las obsesiones patológicas de su padrino argelino no deben tomar como rehén la preciosa e ineludible relación entre Marruecos y la Unión Europea».
Y para salir de este punto muerto que paraliza los proyectos comunes de gran envergadura y anestesia las mejores voluntades, recomienda que «Europa debe someterse a un verdadero examen y revisar su enfoque», añadiendo que ha llegado el momento de reconocer oficialmente la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara, al igual que la posición americana de ayer y la de Gran Bretaña mañana.
“Europa no tiene más remedio que plasmar en realidad sus convicciones e intereses y así salir de esta zona gris de indecisión y vacilación”, dice, porque, bajo su opinión, “dejar un velo de duda para algunos como que sugiere esta sentencia judicial, con la tentación de que otros utilicen esta tarjeta sahariana como medio de presión para satisfacer determinados intereses, no es propio de la consolidación de la asociación supuestamente estratégica entre el Reino de Marruecos y la Unión Europea”.
Todo lo contrario, apunta el politólogo, que “debilitaría aún más esta relación en un momento histórico clave en el que un gran torbellino geoestratégico sopla sobre la región, reescribiendo alianzas y solidaridades”.