02-10-2021
El presidente francés, Emmanuel Macron, habló sobre las relaciones franco-argelinas. Después de recibir a jóvenes calificados como «nietos» de la guerra de Argelia, evocó varias preguntas, entre ellas la memoria, las últimas decisiones sobre restricciones de visado y especialmente su relación con el presidente, Abdelmadjid Tebboune, diciendo «que es secuestrado por un sistema severo».
De hecho, según un informe del diario «Le Monde», Emanuel Macron explicó a estos jóvenes la decisión de endurecer las condiciones para la concesión de visados a argelinos, marroquíes y tunecinos. «No habrá ningún impacto en lo que hablemos. Nos centraremos en garantizar que los estudiantes y la comunidad empresarial puedan conservarlo. Vamos a molestar a las personas que están en la comunidad gobernante, que solían solicitar visas fácilmente”, dijo.
Así, esta decisión es considerada por el Jefe de Estado francés como un «medio de presión para decirles a estos líderes que si no cooperan para sacar a las personas que se encuentran en una situación irregular y peligrosa, no les haremos la vida más fácil”.
El sistema argelino está cansado
Emmanuel Macron afirma, en otro registro, que mantiene «un buen diálogo con el presidente, Abdelmadjid Tebboune» y que «la juventud argelina no odia a Francia». Pero, según él, el problema es el sistema argelino.
“No me refiero a la sociedad argelina en sus profundidades, sino al sistema político-militar que se ha construido sobre esta renta conmemorativa. Vemos que el sistema argelino está cansado, el Hirak lo ha debilitado. Tengo un buen diálogo con el presidente Tebboune, pero veo que está atrapado en un sistema que es muy duro”, dijo. La afirmación corre el riesgo de provocar una verdadera tormenta en las relaciones entre los dos países.
El jefe de Estado francés, aunque se felicita de que «Francia es un país de inmigración», lamenta el hecho de que, por parte argelina, no se haya seguido su camino con respecto a la cuestión de la memoria. Denuncia incluso, lo que llama, la «memoria oficial», en Argelia. «Está totalmente reescrita y no se apoya en verdades, sino en un discurso que, hay que decirlo, se basa en un odio a Francia, indica.
Los turcos han sido olvidados
«La nación argelina posterior a 1962 se construyó sobre una renta conmemorativa. Todo el problema es Francia». Esta «reescritura», dice Macron, le preocupa, porque «puede llevar a un retiro de este recuerdo» y «un distanciamiento» con el pueblo argelino. Emmanuel Macron quisiera una producción editorial llevada por Francia, más ofensiva, en árabe y Amazigh, para contrarrestar en el Magreb una desinformación y propaganda más bien llevadas por los turcos y que «reescriben por completo la historia».
La construcción de Argelia como nación es un fenómeno digno de observar. ¿Había una nación argelina antes de la colonización francesa? Esa es la pregunta. Hubo colonizaciones anteriores. A mí me fascina ver la capacidad que tiene Turquía para hacer olvidar por completo el papel que desempeñó en Argelia y el dominio que ejerció, señalando, en refrencia a Francia que: «¿Somos los únicos colonizadores? Los argelinos sí creen en eso”, concluyó.