
29-09-2021
por: Soufiane Ben Lazaar
El Dr. Mohamed El Arban, profesor de relaciones internacionales y derecho internacional, consideró que la reciente decisión del Tribunal Europeo de cancelar el acuerdo agrícola y de pesca entre Marruecos y la Unión Europea es una decisión contradictoria en la que lo político y lo económico se cruzan.
El profesor de relaciones internacionales dijo que “algunos países de la Unión Europea establecen relaciones semipolíticas con el Frente Polisario, y al mismo tiempo ratifican acuerdos económicos con Marruecos, es decir, un diálogo de doble rasero, que podemos considerar como claro chantaje utilizado por algunos estados miembros de la Unión Europea para que Marruecos ofrezca más concesiones en el ámbito comercial para servir a sus intereses”. Este método, ya no es admitido hoy por Marruecos, que ha llevado al Reino a reconsiderar su posición, para frenar la duplicidad de posiciones emitidas por los miembros de la Unión Europea.
Este juicio añade El Arbane, hay que analizarlo con respecto a forma y contenido; en primer lugar, la admisibilidad del recurso del Polisario es cuestionable, ya que interpuesto por una entidad que no goza de personalidad jurídica internacional. Cualquier personalidad jurídica internacional del Frente puede otorgarle el derecho a demandar ante los tribunales internacionales. Lo que convierte a esta decisión en un precedente con respecto a jurisprudencia internacional que puede abrir la puerta a una amenaza real a la soberanía e integridad territorial de los Estados. Esto tiene efectos políticos y legales en la unidad y estabilidad de los Estados, así como en caminos pacíficos para resolver disputas territoriales en todo el mundo.
A nivel del contenido de la sentencia; nos lleva a preguntar sobre los datos y cifras en las que el tribunal basó su decisión. Además, fue aún más lejos y reconoce al Frente “como representante del llamado pueblo saharaui”. La resolución sin efecto inmediato, es descaradamente tendenciosa, poco realista y politizada, y se contradice con el esfuerzo pacífico llevados a cabo por las Naciones Unidas, añade nuestro interlocutor.
Referente a la declaración conjunta del Josep Borrel y Nasser Bourita, esta decisión es solo en primera instancia, y aún está a la espera de que complete su proceso judicial, y es un proceso que lleva un tiempo considerable. Marruecos tendrá el deber de tomar las medidas necesarias para compensar una hipotética cancelación del acuerdo agrícola y de pesca marítima, defender sus intereses soberanos, proteger su economía y los intereses de sus inversores y ciudadanos, concluye El Arbane.