
15-09-2021
Al ensañarse contra Marruecos, las autoridades argelinas tratan de desviar la atención de los verdaderos problemas internos, señaló el diario italiano «La Stampa», que describe un régimen argelino esclerótico, sin una estrategia política adecuada para desarrollar el país.
En realidad, al atacar a Marruecos, Argelia trata de ocultar los verdaderos problemas que siguen empañando el futuro de los argelinos, y de desviar la atención del Hirak que sigue manifestando en la calle contra el régimen por los derechos de los argelinos, subraya la autora del artículo Karima Moual, en un artículo que comenta la decisión de las autoridades argelinas de romper unilateralmente las relaciones diplomáticas con el Reino.
En efecto, «se tiene la impresión de que Argelia se pierde cada vez más, cuando tiene todos los recursos (y sobre todo el gas que proporciona también a Europa) para ser una gran economía en la región», precisa el diario.
Al examinar la evolución política, sociológica y económica en Argelia y Marruecos, nos damos cuenta de la diferencia entre los dos países del Magreb: Mientras que Rabat (a pesar de la falta de recursos petrolíferos) ya ha despegado gracias a una red de relaciones internacionales y a una visión política clara sobre el futuro, Argel, en cambio, sigue estancada en el pasado, sin una estrategia política adecuada para desarrollar el país», resume la publicación.
El periódico, que menciona por otra parte la reanudación de las relaciones entre Marruecos e Israel, con un compromiso central en favor de la resolución del conflicto israelo-palestino, subraya que Argel, «desde la firma de este acuerdo se ha librado una campaña de propaganda populista y antisemita».
Sin embargo, hacer de Marruecos un chivo expiatorio sigue siendo la única táctica para Argel con el fin de desviar la atención de la situación de quiebra en la que el país está sumido debido a un régimen esclerótico, (…) incapaz de gestionar problemas internos como los incendios forestales que han azotado el país este verano, la pandemia de Covid-19 y el desempleo que devasta a toda una generación».
«La estrategia de las acusaciones argelinas y las continuas tensiones con un país vecino como Marruecos, que por su parte sigue tendiendo la mano (…) delata una profunda crisis política en el país”, apunta La Stampa.