
13-07-2021
por: Soufiane Ben Lazaar
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha llevado a cabo el pasado sábado la remodelación del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Dicha reestructuración ha contemplado la salida del Ejecutivo de múltiples ministros que han sido reemplazados por nuevos rostros. Una operación que tiene por objetivo rejuvenecer un Gobierno desgastado que ha ido acumulando varios disgustos.
El principal partido de la oposición en España (PP) tiene claro que los nuevos nombramientos van a ser un fracaso, alegando que mientras Pedro Sánchez siga en el poder, la política interior y exterior en el país seguirá acumulando fracasos, reduciendo los “logros” adquiridos en las antiguas legislaturas.
Omar Isra, investigador en cuestiones iberoamericanas y periodista, atendió a “Marruecom” donde nos contestó a 3 preguntas esenciales para acercar a nuestros lectores a comprender el contexto y las esperanzas puestas en este “nuevo” Gobierno. Además, de subrayar su visión sobre el futuro de las relaciones entre Marruecos y España tras el nombramiento del nuevo canciller español, José Manuel Albares.
1- ¿cuál es su lectura sobre la remodelación del Gobierno en España en esta circunstancia?
R: Múltiples son los factores que provocaron la remodelación gubernamental, y todos confirman la existencia de una verdadera crisis para el Gobierno español y el partido que la encabeza (Partido Socialista Obrero Español), además de criticar la gestión de la pandemia por parte de Sánchez. Cabe recordar aquí la dura “bofetada” que recibió su partido en las elecciones locales de Madrid con su aliado, Unidas Podemos, frente al conservador Partido Popular, que sirve para medir la popularidad del Gobierno y la satisfacción de los ciudadanos con sus decisiones, especialmente desde que la derecha entró a las elecciones bajo el lema: «Referéndum sobre políticas de Gobierno», cosa que se ha consolidado con la última encuesta mostrando el progreso del Partido Popular en las intenciones de voto.
Dicha remodelación se ve asimismo como índice de crisis organizativa del Partido Socialista, incluso seremos testigos, en los próximos meses, de cambios entre su jerarquía partidaria. Sánchez está tratando, aquí de hacer cambios importantes que se centrarán esencialmente en la reanudación de la economía tras la crisis sin precedentes causada por el Coronavirus; de modo que el PIB se redujo con más del 10%, mientras que la deuda pública alcanzó el 117% a finales de 2020, con un impacto significativo en los sectores sociales, especialmente con la elevación de la tasa de parados. Lo que requiere urgentemente la puesta en marcha de reformas rápidas con el fin de resolver la situación y prepararse para las elecciones locales y generales de 2023.
También, no podemos perder de vista las irritadas reacciones del Gobierno de los Socialistas, que indultó a líderes separatistas catalanes condenados en octubre de 2019 por sedición y sentenciados a entre 9 y 13 años de prisión, por su papel en el intento de la independencia de Cataluña en 2017. La derecha, en efecto, acusa a Pedro Sánchez por «traicionar» la unidad de España ofreciendo una nueva concesión a los partidarios de la secesión que participan en su Gobierno (Unidas Podemos), sabiendo que el indulto fue concedido sin garantías a favor de la unidad, ya que el nuevo presidente separatista catalán Pere Aragonès confirmó que los nueve indultados saldrán de la cárcel «sin ningún cambio en sus ideas» y «con mayor determinación para construir una república catalana».
2- En relación con Marruecos ¿Considera el cambio de González Laya un signo de la voluntad del Gobierno de Sánchez en recuperar las relaciones con Marruecos?
R: La salida de Arancha González Laya, y su sustitución por José Manuel Albares, traduce la voluntad de poner fin a la crisis con Marruecos. Después de recibir al líder de la banda criminal del Frente Polisario, no podemos decir que la ministra es la causa principal de esta crisis, pero sí, su forma de gestionar el expediente empeoró y complicó aún más las cosas, sin olvidar que el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Albares, había declarado en plena crisis que «Debemos fortalecer nuestras relaciones con Marruecos, nuestro gran amigo», por lo que su nombramiento es una fuerte señal de un alivio pronto de la crisis causada por Madrid.
Este cambio ha sido respuesta práctica a una verdadera persistencia marroquí, tras el fracaso de España en inducir a la Unión Europea contra Marruecos, que lideró “la batalla con tacto, sabiduría y genio Real que consiguió disuadir al vecino del norte, a través de un enfoque de «reciprocidad» y «rigor al tratar con todos los que atentan contra nuestra sagrada causa». Así, el deseo de paliar la crisis es también producto de la gestión eficiente de la política exterior de Marruecos.
3- Podemos mantuvo sus carteras sin cambios, lo que generó un sinfín de críticas hacia Pedro Sánchez ¿Cree que Podemos seguirá creando dificultades en la relación de España con Marruecos a pesar de la salida del líder del partido Pablo Iglesias?
R: Unidas Podemos es un partido que sufre de inercia intelectual e ideológica, centrándose en el discurso populista radical, y cuyos se basan, entre otras cosas, en el apoyo a la secesión sin pensar en la «legitimidad», las «intenciones» o la «naturaleza» de los separatistas que la sustentan. Una cuestión gravada en la memoria de este partido que no distingue entre los movimientos liberales y las «bandas criminales» autoritarias como el Polisario, utilizado por el ejército argelino como instrumento para exportar sus crisis internas a expensas de los marroquíes oprimidos y detenidos en Tinduf y a costa de la buena vecindad con Marruecos.
Por esta razón Ione Belarra, que remplazó a Pablo Iglesias, cuando se retiró después de su derrota ante la derecha en Madrid, no tomará otro camino, al menos por el momento. Esta mujer, que ostenta el cargo de ministra de Asuntos Sociales y Agenda 2030, había pedido al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la realización de un referéndum «en el Sáhara marroquí», en un documento titulado «Apoyo a la autodeterminación en el Sáhara», e indicó que «desde sus inicios, Podemos se ha comprometido a apoyar al Polisario», y que España asume una “responsabilidad histórica en el Sáhara», por lo que este partido seguirá bloqueando el camino hacia buenas o al menos normales relaciones entre Marruecos y el Gobierno español. Pero Marruecos desempeña un gran papel jugando con muchas cartas para presionar a España cada vez que se opone contra los intereses superiores de nuestro país.
Es de esclarecer que Marruecos de hoy no es Marruecos de ayer. Estamos explorando una nueva etapa de la política exterior que hace del Reino una ecuación internacional muy difícil, una etapa que puede consolidarse aún más a través de reformas que fortalezcan el país.