
16-06-2021
El futuro de la investigación en materia de vacunación en Marruecos ha sido el eje primordial de la octava edición de la Jornada Internacional de la biotecnología médica, cuyo tema fue sobre «la estrategia post-Covid 19: hacia el desarrollo de una vacuna humana en Marruecos» ayer martes en Rabat.
El debate, organizado por el laboratorio de biotecnología medica de Rabat, tenía como objetivo principal desarrollar una iniciativa de la mejora y fabricación de vacunas en Marruecos. Lo que permite al mercado nacional disponer de estos productos en las mejores condiciones (precio y plazo), así como alzar al Reino a un polo biotecnológico a nivel regional y continental.
El director del laboratorio de biotecnología de la facultad de medicina y farmacia de Rabat, Azeddine Ibrahimi ha revelado la necesidad de desarrollar una vacuna anti-Covid-19 a nivel de los laboratorios nacionales, asegurando que a pesar del coste oneroso que implica eso, el Reino está en condiciones de desarrollar tal medicamento.
Ha puesto de relieve la importancia de colaboración y cooperación entre los científicos, los investigadores y las empresas farmacéuticas para concretizar esta ambición nacional.
Recordó por otra parte los tres enfoques empleados por Marruecos para contrarrestar la propagación de la Covid-19, es decir, la estrategia no médica basada en el respeto de las medidas sanitarias, los gestos de barrera, la atención y la vacunación, cuya combinación ha permitido alcanzar progresivamente los objetivos fijados para la salud nacional.
Ibrahimi no olvidó subrayar el papel crucial del enfoque participativo y comunicacional para el desarrollo de la futura medicina. En este sentido, esta dimensión reviste un aspecto prioritario para el desarrollo de la investigación y de la innovación médica.
La Directora del Centro Nacional para la investigación científica y técnica (CNRST), Jamila El Alami indicó que Marruecos posee de una experiencia notable en materia de la creación de vacunas para animales que exporta a los países del continente africano, añadiendo que los intentos clínicos sobre humanos son más drásticos y necesitan varias fases de prueba que pueden durar hasta años.
En cuanto a la producción de la vacuna humana, la infraestructura es costosa a partir de las salas blancas pasando por los ensayos clínicos hasta llegar a la producción industrial, explicó la directora insistiendo en una colaboración público- privada entre científicos, médicos, industrias farmacéuticas e inversores.
En este marco, El Alami hizo especial hincapié en los dos programas significativos iniciados conjuntamente con el departamento de tutela, en este caso el programa de apoyo a la investigación científica y tecnológica en relación con la Covid-19, con un presupuesto de 20 millones de dírhams (MDH) y el programa de apoyo a la investigación científica en ciencias humanas, sociales y económicas en relación con los temas de actualidad (10 MDH).