
por: Soufiane Ben Lazaar
Tras días de expectativas sobre la reunión prevista entre el Jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, a la luz de la cumbre de la OTAN, en Bruselas, las imágenes difundidas han dejado muy claro que la supuesta reunión no era más que un paseo informal de apenas 29 segundos.
En un breve saludo que es difícil definir como un encuentro bilateral, Sánchez aprovechó ese trayecto entre pasillos para “dialogar” con Biden, mientras este último apenas le miró.
Los periódicos de izquierda que habían “filtrado” la pasada semana información sobre la “supuesta reunión” del presidente español, y en el que se debatirían “grandes expedientes”, parece que ha quedado en una simple y ansiada fotografía de Sánchez con Biden, tras la foto de familia de todos los líderes miembros de la OTAN.
En este sentido, en la agenda de Biden no hay rastro alguno de la supuesta “reunión”. Al contrario, figuran los encuentros del inquilino de la casa blanca con los presidentes de Estonia, Kaja Kallas, Letonia, Egil Levits y Lituania, Gitana Nausedas, además del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Pese al eco dado a la cita tan esperada durante la pasada semana, la incredulidad entre los medios de comunicación españoles era generalizada, preguntándose si la foto del pasillo era todo o si con posterioridad habría otro encuentro. La respuesta del Gobierno español no tardó al afirmar que eso “era todo de momento”, calificando la charla como «un primer contacto» y que la foto fue “acordada como prueba de la excelente relación que existe entre ambos países”. ¡De locos!.
La cumbre servirá para que Joe Biden mantenga su primer contacto con los líderes de la OTAN. La reunión servirá también para dar luz verde a la Agenda 2030, un documento que fija las grandes líneas de la actuación de la OTAN a lo largo de esta década.