
La ONG de derechos humanos Amnistía Internacional denunció “la violenta represión perpetrada por las fuerzas de seguridad argelinas” durante las recientes protestas de Hirak.
«Las fuerzas de seguridad argelinas deben abstenerse de utilizar la fuerza ilegal para dispersar a las personas que se manifiestan para pedir un cambio político radical» y que las autoridades liberen a los militantes de Hirak que «continúan languideciendo en prisión debido a su participación en las manifestaciones», se lee en un comunicado de prensa de la organización.
Según la ONG, «la brutal respuesta policial a los valientes manifestantes que participaron en Hirak ilustra por qué la gente en Argelia está pidiendo una reforma política».
Al tiempo que denuncia la represión sistemática de las manifestaciones populares pacíficas, Amnistía Internacional destaca que “el uso ilegal de la fuerza y las detenciones arbitrarias son inaceptables y los testimonios que hemos escuchado son sumamente preocupantes”.
Según Amna Guellali, subdirectora del programa de Oriente Medio y África del Norte de Amnistía Internacional, citada en el comunicado de prensa, «las autoridades argelinas deben permitir manifestaciones pacíficas y no utilizar la fuerza o la violencia y otras medidas punitivas injustificadas».
Todos los detenidos únicamente por ejercer sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica deben ser puestos en libertad de forma inmediata e incondicional, y deben retirarse todos los cargos en su contra, insistió.
Desde que el Hirak reanudó sus protestas semanales en febrero, después de haberlas interrumpido durante casi un año debido a la pandemia de Covid-19, las autoridades han reprimido las manifestaciones en Argel, la capital, y en otras ciudades, Amnistía Internacional observó, entre otras cosas, la dispersión forzada de reuniones pacíficas, y las detenciones colectivas.
Señala que las autoridades argelinas se basan en leyes represivas para perseguir a decenas de manifestantes pacíficos invocando en particular el «ataque a la unidad nacional», el «ataque al interés nacional», la «incitación a una manifestación desarmada», «insultos a representantes estatales» o incluso “insultar al presidente de la República”, como lo habían hecho desde el nacimiento de Hirak en febrero de 2019.
Según el Comité Nacional para la Liberación de los Detenidos (CNLD), un grupo de vigilancia local, al menos 63 personas están actualmente detenidas en Argelia por sus actividades militantes, entre ellas 48 personas detenidas desde febrero.
El Comité registró a principios de febrero pasado al menos 2.500 detenciones de manifestantes, periodistas y activistas acusados de haber participado pacíficamente en el movimiento Hirak. Al menos 350 de esas personas habrían pasado más de una semana detenidas.