
24-02-2021
Desde hace dos años, los militantes del «Hirak» (movimiento de protesta contra el régimen en Argelia) son objeto de métodos represivos, denuncia Amnistía Internacional (AI) con ocasión del segundo aniversario de este movimiento de protesta política y social que sacude Argelia.
«Las autoridades argelinas han agredido a decenas de manifestantes, periodistas y activistas con detenciones arbitrarias y procesos judiciales, alegando que se manifestaron pacíficamente y expresaron opiniones políticas en las redes sociales», lamenta la Organización en un comunicado.
En una investigación de 73 casos de activistas, manifestantes y periodistas del Hirak, Amnistía Internacional afirma haber «descubierto que durante los últimos dos años las autoridades han recurrido a detenciones arbitrarias, procesamientos y, a veces, condenas a penas de prisión severas sobre la base de disposiciones poco claras del Código Penal».
En sus conclusiones a raíz de esta investigación, Amnistía Internacional señala «leyes recientemente aprobadas que penalizan la difusión de información falsa o el incumplimiento de las medidas de la cuarentena durante este período de emergencia sanitaria». Estas leyes fueron «utilizadas para iniciar acciones judiciales contra varios activistas que habían pedido la reanudación de las protestas o habían criticado la gestión de la pandemia por parte de las autoridades», denuncia la ONG.
Asimismo, señala AI, que «en varios casos, la policía registró las llamadas de manifestantes y activistas, y de acuerdo con la revisión de documentos judiciales, los jueces en ocasiones han retenido información recuperada de aplicaciones de mensajería privada para fundamentar los cargos contra estas personas, además a procesarlos por comentarios públicos en Facebook «.
«Algunos activistas vieron sus teléfonos registrados de forma intrusiva, otros fueron despedidos por sus empleadores porque habían sido acusados. Algunos denunciaron haber sido sometidos a torturas y malos tratos mientras estaban detenidos», continuó la organización internacional.
«Las conclusiones de Amnistía Internacional apuntan a una estrategia deliberada de las autoridades argelinas para aplastar la disidencia, estrategia que contradice sus promesas en materia de respeto de los derechos humanos. Estas acciones son las de un Gobierno que quiere censurar a su pueblo porque manifiesta sin violencia y expresa opiniones críticas en las redes sociales. Estos métodos represivos no tienen cabida en una sociedad respetuosa de los derechos», declaró Amna Guellali, directora adjunta de la división de Oriente Medio y Norte de África de la ONG.
«Muchas de las personas indultadas por el presidente Abdelmadjid Tebboune en los últimos días son manifestantes pacíficos que solo han ejercido su derecho a la libertad de expresión y reunión y, por lo tanto, nunca deberían haber sido detenidas», subraya Amna Guellali.
El 18 de febrero, en un discurso a la nación, el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, anunció elecciones legislativas anticipadas y declaró que había ordenado la liberación de decenas de manifestantes detenidos o procesados por haber participado en protestas del movimiento Hirak o por publicaciones en redes sociales. Al menos 37 fueron liberados el 19 y 20 de febrero, pero 31 aún permanecen en prisión, según el Comité Nacional para la Liberación de Detenidos, un grupo de monitoreo local.