
15-02-2021
La representante de la UNESCO para el Magreb, instalada en Rabat, fue suspendida de sus funciones por comentarios considerados «inapropiados» con respecto al equipo marroquí. Las denuncias presentadas desde julio de 2020 provienen de cuatro empleados marroquíes, que acusan a la libanesa Golda El-Khoury de haber creado un ambiente de trabajo «hostil«.
Golda El-Khoury incluso describió a algunos de los empleados como «ineducados«. Incluso llegó a comparar la oficina con un «zoológico«. Fue este insulto excesivo lo que provocó una revuelta más amplia contra ella, incluso del personal internacional, que expresó su solidaridad con sus colegas marroquíes.
Para mantener la cohesión entre los empleados, el Departamento de Evaluación y Auditoría de la organización ha recomendado que se inicien procedimientos disciplinarios.
La UNESCO hizo saber que “efectivamente había un trámite administrativo en curso” y que, “por razones obvias de confidencialidad y respeto de los procedimientos”, la organización no podía «hacer comentarios».
Al final del procedimiento administrativo, la funcionaria de la ONU pierde su puesto. Su sustituto ya ha sido elegido y se espera para este mes de febrero. Se trata del austriaco Alexander Schischlik, empleado de la UNESCO desde 1993, donde ha ocupado diversas responsabilidades. Estuvo a cargo de programas relacionados con la música, las artes, las industrias culturales y los derechos humanos, antes de dirigir el sector juvenil y deportivo de la organización a partir de 2012.
En cuanto a Golda el-Khoury, se incorporó a la ONU en 2002 como la primera asesora regional de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte, antes de ser nombrada miembro de la UNESCO en 2009. Anteriormente había dirigido la ONG «Save the Children» en Irak, Egipto, Jordania e Indonesia.