
20-11-2020
Un informe reciente del Real Instituto de Estudios Estratégicos (IRES), afirmó que el nivel de seguridad pública interna en Marruecos anotó una gran mejora, gracias a la política de seguridad adoptada, que se caracterizó por un conjunto de medidas como el establecimiento de nuevas estructuras de seguridad y el fortalecimiento de sus medios de intervención, así como la capacitación de las fuerzas de seguridad de enfrentar las formas de delincuencia modernas.
Según los datos contenidos en el informe del IRES, el alto nivel de seguridad interna del que goza el Reino se debe también al nuevo enfoque de seguridad, además de la implicación de la ciudadanía y su conciencia de su papel como socios de las fuerzas de seguridad con el fin de fortalecer la seguridad interna del país.
Aunque Marruecos disfruta de un alto nivel de seguridad, la tasa de violencia sigue siendo alta, ya que registró un aumento del 60% durante el período comprendido entre 2003 y 2017. El citado informe atribuyó el motivo de este aumento a una serie de motivos, entre los que destacan el consumo de alucinógenos, la urbanización descontrolada y el factor de desigualdad.
El número de agentes de policía en Marruecos por cada 100.000 habitantes aumentó significativamente, de 147 en 2003 a 200 en 2017. Pero, el Real Instituto de Estudios Estratégicos consideró en su informe que es necesario fortalecer aún más el cuerpo de seguridad, con el fin de permitirle enfrentar el desarrollo de diversos aspectos de la delincuencia en el Reino.
En cuanto a la posición de Marruecos en el nivel de la lucha contra el terrorismo, el informe antes mencionado señaló que el Reino, a pesar de su compromiso activo con la lucha contra el terrorismo y sus principios sociales basados en la apertura y la consagración de un Islam intermedio tolerante, ha experimentado un declive.
Según las cifras del informe, la puntuación de Marruecos dentro de este índice pasó de 119 en 2002 a 132 en 2018, antes de retroceder a 92 en 2019. El Real Instituto de Estudios Estratégicos vinculó este descenso, que hizo que Marruecos pasara a la categoría de países de bajo impacto, al nivel de amenaza del terrorismo, al ataque terrorista que mató a dos turistas escandinavas en el distrito de Imlil en Marrakech en 2018 por parte de dos jóvenes pertenecientes a un grupo que prometió lealtad al Estado Islámico (Daesh).
Por otro lado, el informe consideró que la posición de Marruecos en el nivel de estabilidad social aún se caracteriza por la fragilidad, y lo atribuyó a un conjunto de factores, entre los que se incluyen, en particular, la desigualdad en el desarrollo económico, la fuga de cerebros y la migración en general.
En el nivel del Índice de Paz Global, el informe registró el descenso de Marruecos desde el puesto 66 en 2008 al puesto 83 en 2020, lo que se explica por la inestabilidad en la región, y también por las protestas que presenció el Reino. Pero Marruecos, a pesar de este descenso, sigue siendo uno de los países más estables de la región, de Oriente Medio y Norte de África, ya que ocupa el sexto puesto en este sentido.