A orillas del desierto, donde el dátil es más que un fruto y se convierte en símbolo de identidad y resiliencia, el Salon International des Dattes au Maroc (SIDATTES) se ha consolidado como un escaparate de cooperación y desarrollo sostenible. En su 14ª edición, la cita sirve de testimonio palpable del dinamismo entre Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos, dos naciones que transforman su afinidad cultural en una estrategia agrícola compartida.
Para Abdelouahab Alboukhari Zaid, secretario general del Premio Internacional Khalifa para la Palma Datilera y la Innovación Agrícola, la colaboración entre ambos países encarna un compromiso renovado con la seguridad alimentaria, la investigación científica y la sostenibilidad de los frágiles ecosistemas oasianos. En su opinión, SIDATTES no es solo una feria comercial, sino una plataforma para pensar el futuro de la agricultura en tiempos de estrés hídrico y cambio climático.
Con la participación de más de 230 expositores y una cifra de visitantes que supera los 90.000, el evento de Erfoud se ha convertido en una cita estratégica para impulsar la economía oasiana. Este año, el foco está puesto en la “gestión sostenible del agua”, cuestión vital para la supervivencia de las palmeras y las comunidades que dependen de ellas. Marruecos busca posicionarse como referencia en el uso racional de los recursos hídricos, combinando técnicas ancestrales con la innovación tecnológica promovida por sus socios del Golfo.
La presencia destacada del Premio Khalifa en el SIDATTES refuerza la profundidad de los vínculos marroquí-emiratíes. El galardón impulsa la cooperación técnica y fomenta el intercambio de buenas prácticas en producción, embalaje y comercialización. No es casual que los Emiratos y Arabia Saudita hayan recibido el reconocimiento a la “Mejor participación extranjera”, reflejo de un diálogo económico que ha pasado del discurso a la acción.
El intercambio es, además, bidireccional. Marruecos también fue protagonista en el Salon International des Dattes d’Abu Dhabi, dentro de la Semana Mundial de la Alimentación, poniendo en valor sus cooperativas agrícolas y su modelo de desarrollo rural inclusivo.
Más allá de los stands y los discursos, el SIDATTES representa la convergencia de dos visiones: la marroquí, anclada en la tierra y la tradición, y la emiratí, impulsada por la innovación y la tecnología. Juntas buscan trazar un nuevo paradigma para las regiones áridas, donde el desierto deje de simbolizar carencia y se convierta en sinónimo de ingenio, sostenibilidad y cooperación Sur-Sur.
En Erfoud, el oasis no es solo paisaje: es futuro cultivado a base de paciencia, agua y voluntad política compartida.
31/10/2025









