El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas expresó el jueves su “profunda preocupación” por la creciente escalada de violencia en Sudán, mientras el responsable de operaciones humanitarias de la ONU advirtió sobre “informes creíbles” de ejecuciones masivas en el país.
Cuatro días después de que las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) tomaran el control de la ciudad de El Fasher, tras un asedio que duró 18 meses, el jefe de operaciones humanitarias de la ONU, Tom Fletcher, aseguró que la ciudad, situada en la región de Darfur occidental, “ha caído en un infierno aún más oscuro”.
“Las mujeres y las niñas están siendo violadas, personas son torturadas y asesinadas con total impunidad”, denunció Fletcher, quien afirmó que existen “informes creíbles de ejecuciones masivas” perpetradas tras la entrada de las RSF en la ciudad. El Consejo de Seguridad manifestó su “profunda preocupación ante el recrudecimiento de la violencia en El Fasher y sus alrededores”, condenando “las atrocidades atribuidas a las RSF contra civiles, incluidas ejecuciones sumarias y detenciones arbitrarias”.
John Oshebi, trabajador humanitario de la ONG Alima, declaró a la agencia France Presse desde la localidad de Tawila —situada a 70 kilómetros de El Fasher y adonde han huido miles de civiles— que “la situación se ha vuelto dramática desde el domingo”. Añadió que “mujeres y niños llegan exhaustos; algunos no han comido en días, han caminado largas distancias y muchos fueron golpeados, robados o amenazados en el camino. Muchos lloran a sus familiares”.
Fletcher expresó además su preocupación por la propagación del conflicto, especialmente en el estado vecino de Kordofán del Norte, donde se reportan combates intensos que están provocando nuevas oleadas de desplazamiento. En este sentido, Martha Ama Akyaa Pobee, secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Africanos, mencionó informes sobre “atrocidades generalizadas” cometidas por las RSF en la ciudad de Bara, en Kordofán del Norte, tras su reciente toma, y confirmó la muerte de “al menos 50 civiles en los últimos días”.
La funcionaria de la ONU señaló también que “los ataques con drones lanzados por ambas partes están alcanzando nuevas zonas y objetivos, incluyendo el Nilo Azul, Jartum, Sennar, Kordofán del Sur y Darfur Occidental”, lo que refleja una expansión del conflicto sobre el terreno.
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió “poner fin de inmediato a las hostilidades”. Mientras tanto, informes recientes sobre la muerte de más de 460 personas en el hospital saudí de El Fasher desataron indignación internacional, luego de que voluntarios locales denunciaran la masacre, confirmada por imágenes satelitales. Sin embargo, las RSF negaron en un comunicado difundido en su canal de Telegram haber asesinado a cientos de pacientes en el hospital.
Sobre el terreno, la huida de civiles continúa. Desde el domingo, más de 36.000 personas han escapado de El Fasher, de las cuales más de 23.000 llegaron a Tawila, que ya acoge a unos 650.000 desplazados internos, según estimaciones de la ONU. La “Sala de Emergencia de Tawila”, un grupo de voluntarios que asiste a los civiles, advirtió que “los desplazados enfrentan condiciones humanitarias extremas” y pidió “ayuda urgente a las organizaciones internacionales, regionales y nacionales, así como a los benefactores”.
Por su parte, Human Rights Watch confirmó que los civiles que huyen de El Fasher “están siendo víctimas de violaciones, saqueos y asesinatos”, corroborando así numerosos informes verificados. La organización señaló que los videos analizados muestran “ejecuciones sumarias de civiles” en la zona.
31/10/2025









