En medio de los actos conmemorativos del 50º aniversario de la Marcha Verde, el Sáhara se ha convertido en un vibrante punto de encuentro económico y simbólico. En este contexto, Ferdinand Bleka, presidente de la Cámara Afro-Asiática de Comercio e Inversión, destacó el potencial del Sáhara como nuevo centro de atracción para los inversores internacionales.
Lejos de ser una simple extensión geográfica del Reino, el Sáhara se consolida como laboratorio del desarrollo sostenible. Sectores como la automoción, las energías renovables y el transporte muestran un dinamismo que, según Bleka, sitúa a la región en el radar de las grandes corporaciones interesadas en el continente africano. “Hablamos de un espacio donde el progreso no es una promesa, sino una realidad en construcción”, afirmó con tono optimista, subrayando el papel de la inversión como motor de empleo y prosperidad.
Los proyectos lanzados en los últimos años —desde complejos industriales hasta infraestructuras portuarias y energéticas— han transformado el paisaje económico de la zona. Marruecos, consciente del valor estratégico de estos territorios, impulsa políticas que combinan la modernización productiva con una visión inclusiva de desarrollo territorial. El resultado es un ecosistema empresarial cada vez más sólido, donde inversionistas africanos, árabes y asiáticos encuentran sinergias que trascienden fronteras.
Bleka remarcó además que este impulso no solo beneficia a Marruecos, sino que refuerza la integración económica del continente en su conjunto. Conectando el norte y el oeste de África a través de corredores comerciales y redes logísticas modernizadas, el Sáhara actúa como puente natural entre los mercados regionales.
Durante la efeméride de la Marcha Verde, el Sáhara se ha transformado en algo más que un lugar de memoria: es hoy un epicentro de diálogo, cooperación y ambición económica. En ese escenario, el Sáhara no se presenta simplemente como un territorio en desarrollo, sino como una promesa tangible de diversificación y liderazgo africano.
Marruecos parece decidido a demostrar que el futuro del continente puede forjarse desde sus márgenes geográficos, convirtiendo las arenas del desierto en cimientos sólidos para la nueva economía africana.
31/10/2025









