La reunión sostenida este viernes en Rabat entre el ministro marroquí de Transporte y Logística, Abdel Samad Qiyouh, y su homólogo keniano en Minería y Economía Azul, Hasan Ali Joho, marcó un nuevo hito en la relación bilateral, evidenciando un salto cualitativo hacia un mayor alineamiento estratégico entre ambos países. Este acercamiento se produce tras el cambio de postura de Nairobi respecto al Sáhara, que culminó en el retiro del reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática y el respaldo al plan de autonomía marroquí.
El encuentro se centró en intensificar la cooperación en transporte marítimo, aéreo y logística, así como en la implementación de un memorando de entendimiento para coordinar acciones técnicas y concretar proyectos operativos. Ambas partes mostraron voluntad de transformar las grandes líneas de colaboración en iniciativas tangibles, abarcando desde la seguridad marítima hasta la conectividad de corredores logísticos, con el objetivo de dinamizar el comercio y optimizar la conectividad regional.
Según medios kenianos, la reunión reflejó un enfoque técnico y aplicado, no limitado a la diplomacia formal. El propio ministro Joho destacó en redes sociales los conceptos de “seguridad marítima”, “movilidad” y “conectividad” como ejes principales del diálogo, señalando que el intercambio de experiencias y la coordinación práctica serán prioritarios. Por su parte, Rabat reafirmó su apoyo a la candidatura de Kenia para la reelección en el Consejo de la Organización Marítima Internacional (OMI), subrayando que la cooperación se extiende más allá de los proyectos sectoriales para incidir en la gobernanza marítima internacional.
Este acercamiento tiene tres capas de impacto: primero, la dimensión económica, donde Marruecos se posiciona como puerta atlántica y mediterránea con infraestructura avanzada en puertos y logística, facilitando la conexión entre África Oriental y el Norte de África; segundo, la política internacional, con una coordinación estratégica en el marco de la OMI que fortalece la alineación en estándares marítimos y seguridad; y tercero, la dimensión geoeconómica, dado que el respaldo de Kenia al plan de autonomía elimina incertidumbres estratégicas, liberando energía política para avanzar en proyectos conjuntos en energía renovable, agricultura, fosfatos y mercados alimentarios.
En síntesis, el encuentro en Rabat constituye una etapa clave en la transformación de la relación marroquí-keniana: de una posición diplomática cautelosa en 2022 a un compromiso formal con la autonomía del Sáhara en 2025, y ahora hacia la construcción de un corredor logístico de doble vía que conecte el Océano Índico con el Atlántico, potenciando el comercio interafricano y la participación de ambos países en las cadenas globales de valor.
27/10/2025









