La decisión de Estados Unidos de negar y revocar las visas a los diplomáticos palestinos previstos para participar en la Asamblea General de la ONU en septiembre añade tensión al ya turbio escenario internacional alrededor del tema de la Guerra en Gaza. La medida, anunciada por el secretario de Estado Marco Rubio, impacta directamente en la capacidad de representación palestina en un foro donde la situación en Gaza figura como uno de los temas centrales.
Si bien, Washington sostiene que la decisión responde al marco legal estadounidense, sus implicaciones diplomáticas van más allá de un procedimiento administrativo. Cabe recordar que este veto se suma a las sanciones impuestas en julio a funcionarios de la Autoridad Palestina y de la Organización para la Liberación de Palestina, consolidando una política de presión sobre Ramala en un momento de creciente aislamiento sobre la población palestina.
En contraste, Francia ya ha anunciado su reconocimiento del Estado palestino, y otros países europeos evalúan sumarse a esta iniciativa durante el encuentro de la ONU. La contraposiciónde posturas refleja la fractura dentro de Occidente respecto a cómo abordar el conflicto y la cuestión de la soberanía palestina, y su nivel de alianza y apoyo a Israel, que cuenta con un socio permanente como Estados Unidos, a la vez que pierde más amigos políticos en Europa.
Esta situación también plantea interrogantes sobre la viabilidad del debate en la Asamblea General, donde se preveía el tema de la Gaza y el reconocimiento del Estado Palestino como uno de los principales tema a discutir. Aunque el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, mantiene su intención de asistir y dirigirse al plenario, la ausencia de gran parte de la delegación limitaría la capacidad de articular posiciones conjuntas y negociar apoyos. El portavoz del Departamento de Estado estadounidense señaló que la misión palestina en la ONU tendría una exención bajo el acuerdo con la sede, pero no aclaró si ello incluirá a Abás u otros altos funcionarios.
Mientras tanto, la ofensiva militar israelí en Gaza ha intensificado la crisis humanitaria, con un territorio sometido a bloqueos, carencias de alimentos, falta de acceso a ayuda humanitaria y colapso de los servicios básicos de salud y saneamiento. Además de un aumento en las muertes por hambruna y la creciente ofensiva militar ante el anunció de Israel de elevar su presencia militar en la zona con el propósito de anexarse la Franja. De tal manera que la eventual ausencia de diplomáticos palestinos en Nueva York reduciría la visibilidad internacional de esta situación en el momento en que más se busca atraer atención y respaldo multilateral en apoyo a la población gazatí y palestina en general.
En términos estratégicos, la medida de Washington puede tener un efecto contraproducente. Pues aunque pretende limitar la representación palestina, la exclusión podría incentivar a otros Estados a expresar su apoyo político de forma más visible en la Asamblea General. La posibilidad de que nuevas naciones reconozcan formalmente al Estado palestino durante el encuentro marcaría un desafío directo a la política estadounidense como socio indiscutible de Israel, reforzando la percepción de que el escenario internacional en 2024 y 2025 se inclina hacia un mayor respaldo a la causa palestina.
30/08/2025