ItEl ministro de Defensa israelí, Israel Katz, autorizó este miércoles la movilización de 60.000 reservistas y dio luz verde a la ofensiva terrestre para la toma de la ciudad de Gaza, justo cuando continúan los esfuerzos de Egipto, Catar y Estados Unidos por alcanzar una tregua que incluya la liberación de rehenes.
La decisión se produce en un momento de máxima tensión: el gabinete de seguridad, presidido por Benjamin Netanyahu, ya había aprobado a inicios de agosto un plan destinado a ocupar la ciudad de Gaza y los campos de refugiados del centro del enclave. Con ello, Israel busca consolidar el control militar sobre toda la Franja y liberar a los 49 rehenes que siguen en poder de Hamás –27 de ellos, según el propio ejército israelí, ya fallecidos–.
Una guerra prolongada y de alto costo humano
La ofensiva, que dura ya más de 22 meses, ha dejado un saldo devastador: más de 62.000 palestinos muertos, la mayoría civiles, según cifras del Ministerio de Salud, que Naciones Unidas considera creíbles. En paralelo, Israel contabiliza 462 soldados caídos en combate y prevé que la toma de Gaza ciudad podría costar otras cien bajas militares, de acuerdo con estimaciones de la prensa local.
El anuncio de Katz implica no solo un giro militar, sino también político. La cuestión de la reserva militar es un tema de enorme sensibilidad en Israel, pues los ultraortodoxos siguen exentos de este deber, lo que genera un creciente descontento social en medio de un conflicto que se prolongará, según fuentes militares, hasta 2026.
Negociaciones bloqueadas
La convocatoria de reservistas llega apenas dos días después de que Hamás aceptara una propuesta de alto el fuego de 60 días, vinculada a la liberación escalonada de rehenes. Sin embargo, Israel aún no ha respondido formalmente. Una fuente del gobierno aseguró que Netanyahu mantiene inalterada su postura: la guerra no concluirá sin la liberación total de los cautivos, vivos o muertos.
La propuesta actual retoma la iniciativa del enviado estadounidense Steve Witkoff: liberar a diez rehenes vivos y entregar los cuerpos de otros 18 a cambio de una tregua temporal y nuevas negociaciones. Experiencias anteriores muestran que este tipo de acuerdos son viables; en noviembre de 2023 y principios de 2025 se lograron intercambios que permitieron el regreso de rehenes palestinos.
Crisis humanitaria sin precedentes
Mientras las operaciones militares se intensifican en los barrios de Zeïtoun y Sabra, la población civil de Gaza sufre un asedio implacable. Más de dos millones de personas viven bajo amenaza de hambruna, según la ONU, aunque Israel rechaza estas acusaciones y asegura haber facilitado la entrada de ayuda humanitaria.
Con esto, el llamado de decenas de miles de reservistas revela que Israel no apuesta por una solución rápida ni limitada, sino por una estrategia de desgaste a largo plazo que pretende desmantelar de manera definitiva la capacidad militar de Hamás y provocar la muerte de miles de civiles palestinos. Sin embargo, la contradicción entre la intensificación bélica y los esfuerzos de mediación internacional deja entrever la dificultad de conciliar objetivos militares y políticos en un contexto donde la presión humanitaria crece día a día.
20/08/2025