Cada vez más jóvenes se ven expuestos en sus redes sociales a contenidos de extrema derecha que difunden mensajes polarizadores y, con frecuencia, falsos.
Aunque Abascal ha llegado a afirmar públicamente que “quieren acabar con las redes sociales”, en alusión a supuestos intentos de silenciar a la derecha, no existe ningún plan para cerrar plataformas. La realidad es que estas redes se han convertido en uno de los principales altavoces del discurso ultraderechista, que se propaga tanto desde cuentas oficiales como a través de perfiles anónimos y grupos de simpatizantes. Estos canales amplifican mensajes sin control ni verificación, apoyados por influencers con gran audiencia que ya operaban en internet antes del auge político de Vox.
Varios expertos coinciden en que los movimientos de extrema derecha llevan años consolidando su estrategia online, aprovechando crisis económicas, políticas y sociales como terreno fértil para difundir sus mensajes. Ejemplo de ello son las dinámicas que se han visto en sucesos como las ‘brigadas quitalazos’ durante el procés catalán en 2019, las caceroladas contra el Gobierno durante la pandemia o las agresiones a migrantes como la registrada recientemente en Torre-Pacheco (Murcia). En este último caso, el grupo “Deport Them Now”, que organizó la cacería a un migrante, mantenía vínculos con miembros de Vox en la región.
El discurso de odio en redes se alimenta del efecto de “cámara de eco” que generan los algoritmos, donde los usuarios reciben más contenido similar al que previamente han consumido o apoyado con un ‘like’.
Este escenario plantea el reto urgente de capacitar tanto a influencers como a medios de comunicación para reaccionar rápidamente y desmontar bulos, dado que los propios jóvenes son conscientes de que sus redes están plagadas de desinformación. Muchos admiten que saben que sus interacciones determinan el tipo de contenidos que reciben y reconocen que la dinámica del “efecto bola de nieve” contribuye a la polarización política y social.
El fenómeno, en auge en toda Europa, se enmarca en una tendencia internacional en la que partidos y movimientos extremistas aprovechan la inmediatez y el alcance de plataformas como TikTok, Instagram o Telegram para penetrar en el segmento juvenil, clave para el futuro político de cualquier sociedad.
02/08/2025









