Tras la devastadora guerra en Gaza, Francia emerge como un actor diplomático central en la búsqueda de una solución a largo plazo. Más allá del alto el fuego, París impulsa una estrategia que aborda cuestiones cruciales como la sucesión del presidente palestino Mahmoud Abbas y el desarme de Hamás.
La iniciativa francesa, que comenzó en 2023 con la propuesta de buscar un sucesor para Abbas, cobra ahora una nueva relevancia ante la creciente presión internacional para que el nonagenario líder palestino abandone el poder. La visión de Emmanuel Macron, inicialmente considerada prematura, se presenta ahora como profética, anticipando la necesidad de una transición política ordenada en Palestina.
Un aspecto destacable, y que ha pasado relativamente desapercibido, es el llamamiento de Turquía y Qatar, tradicionalmente cercanos a Hamás, para que el grupo entregue sus armas. Esta exigencia, que coincide con lo estipulado en la reciente «Declaración de Nueva York», abre una ventana de oportunidad para avanzar hacia un escenario de paz más estable.
La diplomacia francesa ha manejado hábilmente esta compleja situación, logrando consensos en puntos clave. Sin embargo, persisten los desafíos. La implementación de los acuerdos alcanzados y la traducción de los gestos simbólicos en cambios concretos sobre el terreno serán cruciales para el éxito de esta iniciativa. El futuro de Gaza, y de la región en su conjunto, depende en gran medida de la capacidad de la comunidad internacional para mantener la presión y garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos.
01/08/2025









