La imagen de una Gaza devastada por la hambruna comienza a resquebrajar el tradicional apoyo bipartidista a Israel en el Congreso de Estados Unidos. Aunque el Senado rechazó la propuesta del senador Bernie Sanders para bloquear la venta de armas a Israel, un número creciente de demócratas se rebela contra el flujo armamentístico en medio de la crisis humanitaria.
La iniciativa de Sanders, que buscaba detener la venta de bombas por valor de 675 millones de dólares y 20.000 rifles de asalto, no logró la aprobación del Senado. Sin embargo, la votación reveló una fractura significativa dentro del Partido Demócrata: más de la mitad de sus senadores votaron a favor de bloquear la venta de rifles, y una cifra cercana apoyó la restricción a la venta de bombas. Este apoyo, sin precedentes en iniciativas similares de Sanders, refleja un cambio de postura ante la creciente presión de la opinión pública, sensibilizada por la tragedia humanitaria que se vive en Gaza.
El senador por Vermont argumenta que los demócratas están respondiendo al sentir de una gran mayoría de estadounidenses, «cansados de gastar miles de millones de dólares en un gobierno israelí que está dejando morir de hambre a niños». La creciente polarización en torno al conflicto palestino-israelí y la magnitud de la crisis humanitaria en Gaza están forzando a los legisladores demócratas a reevaluar el apoyo incondicional a Israel, abriendo una brecha en el consenso histórico y planteando un desafío a la política exterior estadounidense en la región. La presión de la opinión pública, el activismo de organizaciones pro derechos humanos y la propia dinámica interna del Partido Demócrata configuran un nuevo escenario en el que la ayuda militar a Israel ya no es un tema intocable. El debate, lejos de cerrarse, se intensifica y augura una revisión profunda de la relación entre Washington y Tel Aviv.
31/07/2025









