La decisión de Francia de reconocer el Estado Palestino en los próximos meses ha generado reacciones encontradas. Mientras España, Irlanda y Arabia Saudita celebran en anuncio; Estados Unidos e Israel lo condenan, a la vez que esta acción ejerce presión sobre otros países para determinar su posición sobre el asunto. Para comprender mejor las consecuencias y el impacto de este paso dado por el gobierno francés, Marruecom ha conversado con el internacionalista y profesor de la Universidad de Costa Rica y de la Universidad Nacional de Costa Rica , Carlos Cascante.
1. ¿Qué implicaciones tiene la decisión de Francia, sobre el reconocimiento del Estado Palestino, que de alguna manera ya se venía vislumbrando, pero ya es oficial y así como ha levantado la reacción negativa por parte de Estados Unidos e Israel, también está ejerciendo presión en otros países europeos como Alemania y el Reino Unido?
Creo que hay varios elementos que hay que tomar en cuenta a la hora de ver este reconocimiento francés. Quizá lo primero que hay que decir es que llega un poco tarde, es decir, aunque se toma una decisión importante, creo que llega muy tarde, ya en una situación crítica y creo que midiendo mucho la política interna francesa. Me parece que la decisión de Macron de reconocer el Estado palestino está vinculado con la presión interna que ya es muy fuerte y un poco seguir con su línea de alejarse de la política exterior estadounidense. Eso es lo primero que plantearía, lo tardío y el objetivo interno y un poco externo que tiene el reconocimiento.
El segundo elemento, es que efectivamente el reconocimiento francés mueve a otros países importantes, especialmente del G7, a reconocer el Estado palestino. Probablemente el siguiente sea el Reino Unido. Alemania lo veo más lejano por la tradicional política de apoyo de Alemania a Israel, incluso en los peores momentos de opinión pública en contra de Israel. El tercer elemento que me parece relevante, es que al mismo tiempo, si se incrementa esta presión, si más países del G7 se incorporan a la línea francesa, que intenta establecer un liderazgo en este punto, eso podría presionar un poco más al Estado de Israel a llegar a una decisión sin que esto sea definitivo. El Estado de Israel ha demostrado que a la presión internacional, mientras no sea de los Estados Unidos, que es el principal socio en sus andanzas en el Medio Oriente, no hacen mucho caso.
Pero sí creo que es un punto importante en términos de evitar las propuestas alternas a la creación de un Estado palestino, o incluso el proceso de control de Israel, de tanto la zona de Gaza como de Cisjordania. Creo que también hay que leerlo en clave de Cisjordania. Es decir, evitar que el Estado de Israel incremente la presión sobre Cisjordania e incluso llegue a una anexión de facto de Cisjordania.
2. Como usted bien lo menciona, vemos que a veces la presión internacional no es suficiente para Israel y no ha generado un cambio en sus ofensivas militares. ¿Considera qué es posible que la presión que pueda ejercer la Unión Europea, aunque sea individualmente por parte de sus miembros, puede provocar algún cambio significativo? Por un lado, España insistiendo dentro de la UE a tomar acciones contra Israel en cuanto a sus relaciones comerciales y ahora Francia con este anuncio.
No hay presión que no genere alguna reacción, yo lo pensaría en términos de que la situación sería bastante peor si no existiera una presión. O sea, la presión como límite a las acciones de Israel. Más allá de eso, en la política exterior y de defensa de Israel, el socio clave son los Estados Unidos. El país que respalda a Israel históricamente en sus procesos de avanzada en el Medio Oriente son los Estados Unidos. Y como lo vimos en el reciente caso de los ataques a Irán y la nombrada Guerra de los Doce Días, para los Estados Unidos es muy difícil salirse de ese esquema de apoyo a Israel. Incluso, la mención que hace Steve Witkoff, el enviado de Trump para negociar el final de la guerra en Gaza, apunta a que los Estados Unidos va a tomar medidas más cercanas al uso de la fuerza que a una negociación.
Creo que los Estados Unidos están renunciando a la negociación y va a meter incluso más presión y eso de determinada forma favorece las intenciones de Israel, y a Benjamín Netanyahu de ampliar la guerra, de continuar con la guerra como un mecanismo para su para su conservación interna; porque la política exterior de Israel de la actualidad también tiene que leerse en esa clave. Es decir, el interés de Benjamín Netanyahu de mantenerse a toda costa, incluso mediante una guerra perpetua, una guerra permanente en el Medio Oriente. De forma tal que creo que la presión es importante para evitar incluso una situación peor que la que está viviendo el pueblo gazatí, pero insuficiente para evitar el avance de Israel en un proceso que no tenemos claridad cómo vaya a terminar. Eso es lo peor, tenemos cerca de dos años de conflicto y la solución a esto, el día después que se menciona por algunos analistas, no se ve, no se sabe cómo va a terminar esto.
3. Al ser Francia uno de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, ¿en este foro podría haber algún cambio en cuanto a las acciones que se puedan tomar internamente?
Créame que no lo veo factible. El Consejo está bloqueado. ¿Por qué? Porque el Consejo siempre va a tener en el caso de resoluciones en contra del Estado de Israel, el voto en contra de los Estados Unidos, inmediatamente bloquea al Consejo. Yo creo, y esa es una de las grandes tragedias de este proceso de guerra en Palestina, que el gran problema es que los organismos internacionales, salvo algún proceso de ayuda humanitaria están completamente fuera de la solución del conflicto.
Este no es un conflicto que se resuelva en Nueva York, en Naciones Unidas, o en alguna capital. Es un conflicto totalmente vinculado con el interés de los Estados y no tanto con el multilateralismo. El multilateralismo de repente ayuda un poco a paliar, cada vez menos, eso sí, los problemas humanitarios que estamos viendo, pero en términos generales no es la respuesta al problema ni la solución al problema.
4. En ese sentido, ¿qué podríamos esperar? Si por parte de Palestina, ellos piden el apoyo de los países para que se reconozca como Estado y se pueda parar este conflicto, pero por otro lado vemos que aunque se reconozca, no lleva a ninguna solución. Entonces, ¿cuál sería la puerta para poder llegar a la paz? ¿Para dónde va este conflicto?
Este conflicto puede llevarnos a situaciones muy difíciles de tolerar o al menos que considerábamos difíciles de tolerar en el siglo XXI. Nos estamos moviendo a una expansión de Israel, me parece, en el Medio Oriente, en su zona cercana. Alguna, no toda, porque hay que ser claro que en Israel hay actores críticos a esta política y muy críticos a esta política, pero también hay actores que la llevan al extremo…al control de Israel de Gaza nuevamente, en un estatus previo, como era previo al 2005, a un avance sobre Cisjordania e incluso un avance sobre el sur de Siria, que es otra de las posibilidades que estamos viendo en el terreno.
Entonces, me parece que esto puede desembocar no en un final tolerable en el siglo XXI, sino en un final adecuado a los intereses de esa camarilla que gobierna el Estado de Israel desde hace algún tiempo y que tienen dentro de sí esa visión de ese Israel más grande, un Israel más pesado, un Israel más fuerte en el Medio Oriente, menos vinculado, por supuesto, con procesos de paz. Me parece que lo que hemos estado viendo en estos meses, ya años, es el predominio de esa visión de Israel y hemos sido testigos de la incapacidad de los organismos internacionales para detenerlo y en muchos casos de la inercia y en otros casos del apoyo de países de la comunidad internacional, de la sociedad internacional a esa postura de Israel. En ese sentido, me parece que el final no necesariamente es un final pacífico, no necesariamente es un final conforme con el derecho internacional, lamentablemente. Y me parece que ese escenario cada vez es más real, ese es el problema.
5. Cada vez que un país decide o toma una posición a favor de la población palestina, Israel y Estados Unidos lo asumen como un apoyo Hamás. ¿Se podría tomar de esa manera? ¿Podríamos decir que Francia está legitimando a Hamás o es simplemente por la situación crítica humanitaria actual que se da a este paso?
Hamás es una fuerza política dentro de Palestina como hay otras. Hamás ha cometido actos criminales y eso es cierto, eso no se puede negar. Pero lo que estamos presenciando es un castigo colectivo, es decir, se está castigando a la población de Gaza por los actos de Hamás. Y eso es un poco también la ironía o quizá el cinismo, cuando se hablaba al principio de la acción israelí, del avance israelí, de que se protegería el derecho humanitario. Eso era imposible en Gaza, todo el mundo lo sabía.
Así es como al final del día, lo que estamos apreciando es precisamente esto. Un enorme doble rasero. Yo digo que no me llevo bien con Hamás, pero tolero que Israel castigue a toda la población gazatí, que la desplace, que la lleve por todos lados, de forma tal que no. La posición de Francia, nuevamente, repito, quizá muy tardía o tardía, no es un apoyo a Hamás, es un apoyo al derecho internacional que dice que debe haber un Estado palestino.
25/07/2025
María Angélica Carvajal









