En un contexto global marcado por la incertidumbre económica y la búsqueda de modelos de desarrollo sostenibles, Marruecos emerge como un ejemplo inspirador, según Rebeca Grynspan, Secretaria General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (CNUCED). Coincidiendo con la celebración del 26º aniversario de la entronización del Rey Mohammed VI, Grynspan no escatimó elogios al describir la «notable» transformación económica del Reino alauí, calificándolo de «faro de progreso» y «fuente de inspiración para África y más allá».
Más allá de la retórica, la responsable de la CNUCED fundamentó su análisis en logros concretos. Destacó infraestructuras de vanguardia como el puerto de Tanger Med, un hub logístico de clase mundial que conecta África con el comercio internacional. Asimismo, subrayó el decidido compromiso de Marruecos con las energías renovables, un elemento crucial en la transición hacia un futuro más sostenible. Este doble enfoque, combinando desarrollo de infraestructuras con inversión en tecnologías verdes, se presenta como un modelo a seguir para otras naciones, especialmente en el continente africano.
Grynspan no se limitó a los aspectos puramente económicos. Puso especial énfasis en el carácter inclusivo del desarrollo marroquí, elogiando iniciativas como «Morocco Jobs Accelerator» y el programa «Forsa». Estos programas, centrados en la creación de empleo y el empoderamiento de los jóvenes, demuestran, en palabras de Grynspan, «un profundo compromiso con la autonomización de la juventud y la creación de oportunidades para todos los ciudadanos». La Secretaria General de la CNUCED expresó el orgullo de su organización por haber contribuido a estas iniciativas, reiterando el compromiso de la CNUCED de acompañar a Marruecos en su camino hacia un futuro próspero.
En un mundo que busca respuestas a los desafíos del desarrollo sostenible, el modelo marroquí, basado en la innovación, la inversión en infraestructuras y un enfoque inclusivo, se presenta como un caso de estudio relevante. La apuesta por las energías renovables y la creación de empleo juvenil refuerzan la idea de un desarrollo no solo económico, sino también socialmente responsable. El reconocimiento por parte de la CNUCED no solo valida los esfuerzos de Marruecos, sino que también lo posiciona como un referente para otras naciones que buscan un camino hacia un desarrollo sostenible e inclusivo. El futuro dirá si este modelo puede ser replicado con éxito en otros contextos, pero por el momento, Marruecos brilla como un «faro de progreso» en el panorama internacional.
22/07/2025









