Malabo, Guinea Ecuatorial, se convierte esta semana en el epicentro de la diplomacia africana con la celebración de la 47ª sesión ordinaria del Consejo Ejecutivo de la Unión Africana (UA). Entre los asistentes, destaca la presencia de Marruecos, representado por su embajador ante la UA, Mohamed Arrouchi. Esta participación, más allá de lo protocolario, reafirma el compromiso del reino alauí con la integración continental y su apuesta por un África unida y próspera.
La agenda de esta cumbre, que se extenderá hasta el 11 de julio, aborda temas cruciales para el futuro del continente. El financiamiento de la propia UA, la evaluación del ambicioso plan Agenda 2063 y la elección de dos nuevos comisarios son algunos de los puntos clave a debatir. Además, se espera que la reunión profundice en el análisis de la Zona de Libre Comercio Continental Africana (ZLECAf), un proyecto fundamental para impulsar el desarrollo económico y la integración regional.
Bajo el lema «Justicia para los africanos y las personas de ascendencia africana a través de reparaciones», esta cumbre adquiere una significación especial. No se trata solo de abordar los desafíos económicos y políticos del continente, sino también de reconocer las heridas del pasado y buscar mecanismos para reparar las injusticias históricas.
La presencia de Marruecos en este foro es un indicador de su creciente influencia en el panorama africano. El reino, que regresó a la UA en 2017 tras décadas de ausencia, ha apostado por fortalecer sus lazos con el resto de países africanos y contribuir activamente a la construcción de un futuro común. Su participación en la cumbre de Malabo no es solo un gesto simbólico, sino una muestra tangible de su compromiso con la integración continental y su apuesta por un África más fuerte y unida. El seguimiento de las posiciones y propuestas marroquíes en esta cumbre será clave para comprender la evolución de la geopolítica africana en los próximos años.
11/07/2025