Durante la jornada de hoy, el estadio MetLife de East Rutherford será testigo de un duelo que trasciende lo futbolístico: el París Saint-Germain y el Real Madrid se enfrentan en una semifinal del Mundial de Clubes que concentra expectativas, emociones y cuentas pendientes. Será, además, el reencuentro de Kylian Mbappé con su antiguo equipo, en un escenario donde el PSG busca consolidar su hegemonía y el Real Madrid intenta recuperar el brillo perdido.
Aunque el Mundial de Clubes no suele atraer multitudes ni romper récords de audiencia, el choque entre estos dos colosos del fútbol europeo rompe el molde. Para el público francés, el enfrentamiento adquiere un tinte emocional: Mbappé, ahora vestido de blanco, se mide por primera vez a sus excompañeros desde que dejara París tras un turbulento final de ciclo.
Un PSG en plena consagración
El PSG llega como campeón europeo, título que alcanzó de forma categórica con un inolvidable 5-0 ante el Inter Milan en la final de Múnich. Desde entonces, los parisinos han exhibido una versión dominante en este torneo: aplastaron 4-0 al Atlético de Madrid y al Inter Miami de Messi, y superaron a un Bayern Múnich heroico con nueve hombres (2-0). La ambición del equipo dirigido por Luis Enrique es clara: instalarse en la cima del fútbol mundial.
El técnico español ha sido enfático en su objetivo. “Queremos ser una referencia, como lo fue el Barça de Guardiola. Ser campeones de Europa es solo el comienzo”, declaró. El PSG no solo ha ganado, ha seducido con un estilo vibrante, de presión alta y transiciones veloces.
El Real de Mbappé y Xabi Alonso, entre dudas y esperanzas
En cambio, el Real Madrid vive una temporada de reconstrucción. Sin títulos mayores, relegado por el FC Barcelona en la Liga, y con una dinámica irregular en el juego, los blancos depositan sus esperanzas en la magia de sus estrellas —Mbappé, Vinicius, Bellingham, Rodrygo— y en el liderazgo recién asumido por Xabi Alonso.
El excentrocampista llegó procedente del Bayer Leverkusen poco antes del inicio del Mundialito y ha logrado inyectar solidez al equipo. Tras un debut discreto ante Al-Hilal (1-1), el Real mostró una versión más compacta frente al Borussia Dortmund, partido en el que Mbappé marcó con una acrobacia espectacular para sellar un 3-2 ajustado.
Xabi se mostró optimista antes del choque: “Debemos ganar. Estamos más cerca de ser el equipo que queremos. El grupo ha respondido bien y mantenemos el ritmo”.
Duelos, bajas y pronóstico reservado
Ambos conjuntos llegan con bajas sensibles en defensa. El PSG no podrá contar con Willian Pacho, expulsado en la ronda anterior, y podría alinear a Lucas Beraldo, aunque la sanción de Lucas Hernández reduce las opciones de recambio. En el Real Madrid, la ausencia del joven Dean Huijsen también altera la zaga.
Con dos ataques plagados de talento y defensas en situación precaria, todo apunta a un partido abierto, con oportunidades para ambos. Mbappé, ya recuperado de una fuerte gastroenteritis, se perfila como titular pese al gran rendimiento de Gonzalo García, quien suma cuatro goles y una asistencia en el torneo.
En la banda derecha del PSG, Ousmane Dembélé también ha vuelto con fuerza tras su lesión, siendo decisivo ante el Bayern. Todo está listo para un duelo de alto voltaje.
“Sin favoritos”
Fabian Ruiz, mediocampista parisino, resumió el sentir general: “No hay favoritos. Ellos son un gran equipo, nosotros también. Será un partido disputado, con mucha intensidad”.
PSG y Real Madrid no solo pelean por un lugar en la final: disputan un lugar en la cima simbólica del fútbol global. El presente contra la tradición. El emperador emergente frente al monarca que busca renacer.
09/07/2025









