La llamada telefónica entre el presidente ruso Vladímir Putin y su homólogo estadounidense, Donald Trump, la quinta en lo que va de año, confirmó que el Kremlin no está dispuesto a renunciar a sus objetivos estratégicos en Ucrania. El presidente ruso reiteró que Moscú proseguirá su ofensiva hasta “eliminar las causas de raíz” del conflicto, una fórmula con la que alude a la influencia occidental sobre Kiev y al control de los territorios ocupados. La conversación, que se prolongó durante una hora sin resultados, por lo contrario, evidenció que la creciente distancia entre Rusia y cualquier posibilidad inmediata de un alto el fuego negociado.
Trump, que calificó la charla de “larga” pero infructuosa, reconoció ante la prensa local que no logró “ningún avance en lo absoluto”. Según su propio relato, la llamada abordó también las tensiones con Irán y las sanciones económicas, pero el punto central volvió a ser la guerra en Ucrania. El mandatario estadounidense lamentó la falta de disposición rusa a considerar un repliegue y la voluntad expresa de continuar la confrontación.
Este nuevo contacto se produce días después de que Putin conversara con Emmanuel Macron, en su primera llamada directa en casi tres años. El presidente francés insistió en la necesidad de decretar un alto el fuego y abrir un canal de negociación entre Moscú y Kiev. Sin embargo, Putin fue categórico al reiterar que cualquier acuerdo debe las causas de origen del problema y asumir la nueva realidad sobre el terreno, en alusión a la anexión de territorios ucranianos.
Mientras tanto, tras la intensa jornada de ataques rusos con drones sobre varias ciudades ucranianas, su presidente, Volodímir Zelenski, adelantó que espera mantener en los próximos días un diálogo con Trump para abordar la suspensión temporal de algunos envíos de armas por parte de Estados Unidos, decisión que obedece a una auditoría interna del gasto militar. Este frente abierto en la relación bilateral añade presión a Kiev, que en las últimas semanas ha denunciado retrasos en la entrega de misiles y sistemas de defensa antiaérea. Según datos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), el volumen de ayuda militar occidental a Ucrania se ha ralentizado un 15% en el primer semestre de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior.
Si bien Putin ha manifestado disposición a retomar contactos con Ucrania, ha dejado claro que no aceptará mediadores internacionales, ni siquiera Estados Unidos, en futuras conversaciones. Una postura que refuerza la idea de que la guerra podría prolongarse sin horizonte definido, tiempo que aprovecha Rusia para consolidar posiciones en el este y el sur de Ucrania.
En este escenario, la diplomacia europea y estadounidense parece haber tocado fondo, y ubicarse por ahora en un callejón sin salida. Ni la interlocución con Trump ni los gestos de Macron han logrado avances significativos. La pasada y más reciente mediación en Turquía, logro intercambio de prisioneros y una tregua de pocos días pero las llamadas a Putin de Estados Unidos y Francia sólo confirman la determinación rusa de mantener la ofensiva militar y el rechazo a cualquier proceso que no contemple concesiones políticas y territoriales por parte de Ucrania.
04/07/2025









