Una noche de terror se cernió sobre Ucrania mientras Rusia lanzaba una andanada brutal de drones y misiles, marcando el ataque más masivo desde el comienzo de la invasión en 2022. La cifra, escalofriante: 539 artefactos, incluyendo misiles balísticos, llovieron sobre el territorio ucraniano, dejando un saldo de al menos 23 heridos y una profunda cicatriz en la población. Este nuevo pico de violencia llega en un momento crítico, con Estados Unidos anunciando una pausa en el suministro de equipo militar, incluyendo sistemas de defensa antiaérea cruciales para la supervivencia ucraniana.
El rugido de las explosiones resonó durante horas en Kiev, la principal víctima de esta ofensiva, obligando a millones de ciudadanos a buscar refugio en sótanos, estaciones de metro y cualquier espacio que ofreciera una mínima protección. Más allá de la capital, el terror se extendió a otras regiones, como Dnipro, Soumy, Kharkiv y Tcherniguiv, ampliando el alcance de la devastación. El transporte, tanto ferroviario como por carretera, se vio gravemente afectado, mientras el aire se volvía irrespirable debido a los incendios y la densa humareda provocada por los impactos.
El presidente Zelensky, visiblemente consternado, describió la noche como “blanca y brutal”, denunciando la magnitud del ataque ruso. El portavoz del ejército ucraniano, Yuri Ignat, confirmó la gravedad de la situación, calificando el número de drones utilizados como el mayor registrado en una sola ofensiva desde el inicio de la guerra. Este escalamiento de la violencia alimenta la creciente preocupación en Ucrania ante una posible escasez de misiles antiaéreos, especialmente los sistemas Patriot proporcionados por Estados Unidos, considerados la defensa más efectiva contra los misiles rusos.
La mirada de Zelensky se dirige ahora a Washington, donde una conversación telefónica con Donald Trump se perfila como crucial para el futuro de la defensa ucraniana. La adquisición de sistemas Patriot adicionales es una prioridad para Kiev, que ha solicitado repetidamente a Estados Unidos, con el apoyo de sus aliados, la posibilidad de comprar estos sistemas. Incluso se rumorea que Alemania estaría dispuesta a mediar en un acuerdo con Washington para acelerar el suministro de estos sistemas vitales. Sin embargo, hasta el momento, la Casa Blanca no ha dado una respuesta definitiva a estas peticiones.
En medio de la creciente tensión, Zelensky también hizo un llamamiento a la Unión Europea y la OTAN para fortalecer la cooperación y la coordinación. La adhesión a ambas organizaciones sigue siendo una aspiración clave para Ucrania, que busca desesperadamente un ancla de estabilidad en un mar de incertidumbre y violencia. El futuro inmediato se presenta sombrío para el país asediado, mientras la amenaza rusa continúa cerniéndose sobre su territorio. La comunidad internacional observa con atención, preguntándose si esta nueva escalada de violencia marcará un punto de inflexión en el conflicto.
04/07/2025









