La amenaza que representa el Frente Polisario ha comenzado a ocupar un lugar central en las discusiones estratégicas y de seguridad en el Reino Unido, especialmente a la luz de su supuesta vinculación con Irán y con redes terroristas activas en Oriente Medio y América Latina. Así lo advierte Robert Clark, exoficial del ejército británico y actual investigador del Instituto Yorktown, quien considera que el Reino Unido no solo debe apoyar el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara, sino dar un paso decisivo inscribiendo al Polisario como organización terrorista.
Según Clark, la imagen tradicional del Polisario ha quedado superada por los hechos. Desde su punto de vista, se ha convertido en un instrumento operativo del eje Irán–Hezbolá en el norte de África, lo que implica una amenaza directa para la estabilidad regional y los intereses de seguridad de Occidente. En su análisis, el exmilitar sostiene que Irán ya ha proporcionado al Polisario armamento sofisticado, incluidos misiles y cohetes, utilizados contra objetivos marroquíes, incluso en zonas cercanas a campamentos gestionados por la ONU, como los de la MINURSO.
Esta lectura se inserta en un contexto más amplio, donde expertos en seguridad y líderes políticos británicos, como el parlamentario Liam Fox, insisten en que no se puede seguir ignorando la naturaleza violenta y geopolíticamente instrumentalizada del Polisario. Fox ya lo comparó anteriormente con Hezbolá, destacando el papel de Irán como su patrocinador, y pidió formalmente su inclusión en la lista de grupos terroristas del Reino Unido. Clark refuerza esta línea argumental al destacar el uso del Polisario por parte de Teherán para fomentar conflictos periféricos mediante milicias difíciles de rastrear.
El trasfondo de esta postura coincide con el apoyo oficial de Londres al plan marroquí de autonomía para el Sáhara, que el gobierno británico calificó el pasado 1 de junio como la solución más «creíble y pragmática» al conflicto. Esta posición diplomática da margen a una política más firme frente a quienes amenazan ese proceso. Clark señala que, al igual que Washington está considerando etiquetar al Polisario como organización terrorista, el Reino Unido debe adoptar una postura similar, no solo por coherencia con sus aliados sino también por su propia seguridad.
En un escenario internacional marcado por el debilitamiento de Irán tras su enfrentamiento con Israel, el riesgo de que recurra a sus alianzas regionales, incluyendo a Argelia y al Polisario, para abrir nuevos focos de tensión se hace más tangible. Frente a esta convergencia de amenazas, Clark concluye que ha llegado el momento de que las potencias occidentales reconsideren su pasividad histórica ante el Polisario, cuya evolución lo acerca más a un actor beligerante vinculado al terrorismo internacional.
03/07/2025









