Las pesquisas en curso contra Kamal Mohamed Mokdad, exdirector general del Banco Popular, han revelado la existencia de una sofisticada red de fraude y extorsión que utilizaba nombres de personas influyentes para obtener millones de dirhams de inversionistas extranjeros. Así lo recoge el diario Barlamane.com, que ha tenido acceso a detalles inéditos del caso.
Según las fuentes consultadas, Mokdad declaró ante los investigadores que mantuvo un encuentro en un hotel de Madrid con Mehdi Hijaouy, el denominado doctor Mustafa Aziz y un tercero que se hacía pasar por asesor real. En esa reunión, a la que también asistió el inversor extranjero Jean-Yves Ollivier, los implicados solicitaron 8 millones de dirhams a cambio de facilitar la compra y registro de un terreno estratégico en Rabat, vinculado a un proyecto conocido como «La Ciudad Mediática».
Además, durante la preparación de una serie de reuniones con supuestos responsables del sector inmobiliario, Kamal Mokdad explicó que, siguiendo instrucciones de Mehdi Hijaouy, contactó con el empresario marroquí Anas Sefrioui. En esa comunicación, le transmitió que estaba en contacto con personas de «alto nivel» que podrían intervenir a su favor para resolver sus asuntos inmobiliarios pendientes, siempre a cambio de un soborno de 20 millones de dirhams en efectivo.
Esta suma fue efectivamente entregada a Mehdi Hijaouy, quien confió a su chófer, Kamal El Bouh, el traslado del dinero desde la residencia de Mokdad, que previamente lo había recibido de Sefrioui. Esta cadena de hechos confirma la implicación directa de varios actores en una trama de fraude que se apoyaba en la confianza y las relaciones personales, según las fuentes.
En otro giro del caso, las fuentes de Barlamane.com indicaron que Mokdad participó en una reunión en Madrid centrada en un proyecto para la construcción de un astillero y la provisión de equipamiento militar. En ese encuentro estuvieron presentes un inversionista sudafricano y una persona que se presentó como asesor militar. Sin embargo, las investigaciones posteriores identificaron a este individuo como Karim Baazit, gerente de una empresa con sede en Rabat sin ninguna función oficial en materia militar.
Finalmente, Mokdad reconoció haber tenido contacto con Abdelouahed Sedjari, un individuo buscado por la justicia y sospechoso de ser quien se hacía pasar por asesor real, lo que evidencia la complejidad y la sofisticación de la organización criminal. Esta utilizaba identidades falsas y nombres de alto perfil para engañar y extorsionar a sus víctimas.
Estas revelaciones plantean interrogantes sobre las verdaderas entidades y actores detrás de estas maniobras fraudulentas. La investigación judicial continúa abierta con el objetivo de desenmarañar los últimos hilos de esta peligrosa red, liderada por Mehdi Hijaouy y sus cómplices.
01/07/2025









