La posición internacional del Perú podría fortalecerse significativamente si decide respaldar la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara. Así lo sostiene el excanciller e internacionalista peruano Miguel Ángel Rodríguez Mackay, quien en su artículo «El Perú ganará apoyando el plan de autonomía para el Sáhara Marroquí» publicado en el diario Expreso afirmó categóricamente: “Ganaremos mucho, internacionalmente” si el país andino se suma a la ola de respaldos que ya incluye a potencias globales como Estados Unidos, Francia y, más recientemente, el Reino Unido.
Rodríguez Mackay plantea un argumento contundente: el plan de autonomía presentado por el Reino de Marruecos en 2007 ante las Naciones Unidas ha alcanzado un nivel de “empoderamiento incuestionable”, gracias a su enfoque “pacífico, inclusivo y no impuesto”, que lo convierte en una salida política viable y duradera para el conflicto en el Sáhara.
“La propuesta fue formulada de manera comprehensiva y ecuménica –por eso fue presentada a la ONU, el mayor foro político del planeta– y ha merecido una respuesta altamente positiva de la comunidad internacional”, recuerda el excanciller, subrayando que Marruecos no plantea una imposición, sino una base negociada mutuamente aceptable.
Desde su experiencia diplomática, Rodríguez Mackay afirma que el Perú tiene ante sí una oportunidad estratégica: tomar posición a favor de una iniciativa que no solo cuenta con el respaldo de actores permanentes del Consejo de Seguridad, sino también de países latinoamericanos con los que Lima comparte intereses regionales.
“El Perú ha dado el primer paso al suspender sus relaciones con la inexistente autoproclamada ‘República Árabe Saharaui Democrática’, y esta sola medida califica sobradamente para que nuestro país siga los pasos de tres potencias mundiales”, sostiene.
El excanciller sugiere que la decisión del Reino Unido de sumarse al apoyo a Marruecos marca un punto de inflexión diplomática, que debería ser interpretado por Lima como una señal clara del rumbo que está tomando la comunidad internacional. En su análisis, califica los apoyos al plan marroquí como una “avalancha de manifestaciones soberanas de cierra filas con una iniciativa del Reino que, por su propia naturaleza constitutiva, otorga gobierno administrativo para las poblaciones saharauis, dejando en manos del Reino, como corresponde, la soberanía sobre el Sáhara Occidental”.
Este posicionamiento refleja una lógica geopolítica en la que el Perú podría alinearse con una mayoría creciente que apuesta por una solución realista y funcional, basada en el derecho internacional y en el principio de integridad territorial.
En un contexto en el que el canciller Javier González-Olaechea ha enfatizado el valor de una política exterior seria y alineada con los intereses nacionales, las palabras del excanciller Rodríguez Mackay adquieren un peso particular. A modo de paralelo, recuerda que el ministro de Relaciones Exteriores Javier Schialer ha anunciado la defensa de las 200 millas de soberanía y jurisdicción marítima en la próxima conferencia de la ONU sobre los Océanos en Niza, lo que demuestra, según Mackay, una voluntad de “estar a tono con la abrumadora adhesión a la Convemar”. Y con ello, añade: “Del mismo modo, calzará como anillo al dedo que el Perú lo haga sumándose al mayoritario apoyo mundial a la iniciativa de autonomía sobre el Sáhara marroquí”.
Más allá del simbolismo diplomático, el respaldo a Marruecos permitiría al Perú consolidarse como un actor internacional coherente, alineado con soluciones realistas y pragmáticas, sin comprometer sus principios. Para Rodríguez Mackay, el momento no puede ser desaprovechado: “No puede darse el lujo de dejar pasar a las circunstancias de coyuntura y a la oportunidad, como perfectas premisas para una ecuación de proyección internacional peruana exitosa”.
En un escenario donde los conflictos se multiplican y las soluciones consensuadas escasean, la propuesta marroquí se presenta como un modelo diplomático de construcción de paz con respaldo creciente. Para Lima, ese camino podría representar no solo una redefinición de su política exterior en el norte de África, sino un reposicionamiento como país con visión estratégica en los foros internacionales.
15/05/2025