En un paso estratégico hacia su transición energética, Marruecos refuerza su integración en las dinámicas internacionales de energías limpias al formar parte del ambicioso proyecto europeo Green Hysland, una iniciativa experimental que busca consolidar un ecosistema funcional de hidrógeno verde en la isla de Mallorca (España). Esta participación marca un nuevo hito en la política energética del Reino, que aspira a construir una economía baja en carbono de aquí a 2050.
Un laboratorio europeo con proyección global
El proyecto Green Hysland, liderado por un consorcio internacional con el respaldo financiero de la Comisión Europea (10 millones de euros mediante el Clean Hydrogen Partnership), reúne a once países, entre ellos nueve miembros de la Unión Europea, además de Chile y Marruecos. El objetivo principal: implementar en condiciones reales un modelo urbano integral basado en el hidrógeno verde, evaluando su viabilidad para ser replicado en otras regiones del mundo.
En este marco, Marruecos aporta su experiencia emergente y al mismo tiempo accede a información técnica y económica de primer nivel, incluyendo aspectos regulatorios, sociales y ambientales. Este intercambio de conocimientos se inscribe en una lógica de aprendizaje mutuo, con miras a adaptar el modelo a diversos sectores estratégicos del país, como la movilidad, la industria y el turismo.
Hacia el valle del hidrógeno en el Mediterráneo
El proyecto contempla la producción de 330 toneladas anuales de hidrógeno verde a partir de energía solar. Este recurso será distribuido en sectores clave de Mallorca: transporte público y privado, industria, generación de energía y servicios turísticos. Además, se prevé inyectar parte del hidrógeno en la red de gas natural para generar calor y electricidad renovables. Un sistema de certificación garantizará la trazabilidad del producto mediante mecanismos de garantía de origen.
Uno de los impactos directos más relevantes será la reducción estimada de 20.700 toneladas anuales de CO₂, un paso significativo para que Mallorca se convierta en un referente en sostenibilidad insular. En paralelo, se trabaja en una hoja de ruta para una economía del hidrógeno en el archipiélago balear, con horizonte a 2050, que busca integrar a largo plazo las energías renovables en todos los sectores productivos.
Marruecos: laboratorio mediterráneo para el hidrógeno del futuro
El rol marroquí dentro de Green Hysland está representado por la Asociación Marroquí para el Hidrógeno y el Desarrollo Sostenible, entidad encargada de seguir los avances técnicos del proyecto. Su objetivo: sentar las bases para una implementación progresiva del hidrógeno verde en el territorio nacional, tanto a través de modelos de negocio viables como de marcos regulatorios que favorezcan su integración.
Este tipo de iniciativas refuerzan la imagen de Marruecos como un país dispuesto a anticiparse a las exigencias de la descarbonización global, aprovechando su potencial solar y eólico para posicionarse como proveedor y consumidor estratégico de hidrógeno verde en el norte de África y el Mediterráneo. La experiencia adquirida en Mallorca servirá como modelo para futuros pilotos en suelo marroquí, en sintonía con los ensayos previstos en otras islas europeas como Madeira, Tenerife y varias islas griegas, así como en Chile.
En definitiva, Marruecos no solo observa la transición energética desde la periferia, sino que se involucra activamente en su diseño y desarrollo, apostando por soluciones tecnológicas innovadoras que redefinirán el papel del país en el mapa energético del siglo XXI.
11/06/2025









